"La genialidad es una coincidencia"
Acabo de leer "El hombre mediocre", de José Ingenieros. Librillo que alguna vez me habían recomendado, pero del que no sabía gran cosa así como tampoco de su autor.
La naturaleza de la obra es un tanto filosófica, sin embargo, no es tan ilegible y uno puede ir siguiendo el flujo de ideas de manera continua para obtener alguna conclusión, ejemplo o aplicación a nuestra cauce cotidiano. En general, "El hombre mediocre" versa sobre la conducta humana en los niveles de genio y talento frente a la mediocridad, así como algo sobre ideales, llaneza del pensamiento y las acciones y explicaciones consecuentes de ser nosotros. Si se me puede permitir la siguiente reflexión, de cierto modo es un libro de auto-exploración o ayuda para que el que guste sondear su conducta así como los reflejos que vemos en nuestra vida diaria y en la sociedad. A grosso modo, abarca una serie de análisis que van desde el individuo hasta la sociedad, conjuntando de paso algo sobre política y poder, todo en la medida de las formas de pensar y actuar; que pueden ser sobresalientes o promedio.
Disfruté mucho "El hombre mediocre" puesto que hice ese "click" con muchas ideas propuestas, así como logré una conexión con pensamientos que ya había intuido y sentido, pero mi inexperiencia o limitaciones no me permitían concretarlos en líneas o ideas uniformes. Como propuse anteriormente, este libro nos propone adentrarnos en nosotros, en nuestros patrones de conducta, hasta su consecución en la realidad. Se aborda el tema de los errores, que en buena hora argumenta, son necesarios y admitidos para que el individuo alcance la mejoría en un proceso constante donde la perfección va cambiando y requiriendo nuevos adeptos.
Otra de las dualidades que se bordan son los ideales frente a la conducta mediocre y servil. Es por medio de los ideales (ya sean correctos o falsos) que el individuo dejará una estela indeleble tras de sí, y lo hará resaltar de entre esas masas de "hombres mediocres" sumidos en la uniformidad de pensamientos y acciones.
Igualmente, "El hombre mediocre" carga contra la rutina, contra los mismos espacios cotidianos y la vorágine de las ideas imperantes que quiere hundir lo nuevo, las divergencias en cuanto a acciones y pensamientos. De la lectura, extraigo algunas líneas que me parecieron brillantes y lúcidas.
La genialidad es una coincidencia.Y a qué sí, a veces la genialidad es un momento de inspiración súbito, y que no obstante, es el trabajo lo que volverá esa a esa genialidad perfección o trascendencia.
Los ideales pueden no ser verdades; son creencias. Su fuerza estriba en sus elementos efectivos; influyen sobre nuestra conducta en la medida de lo que creemos.¿Y porque no aplicarlo a nuestra vida? ¿Porque no forjar un "ideal" de ser mejores en nuestro trabajo, o para influir positivamente en la vida de los demás? Tener un ideal de ser nuestra mejor versión.
Arístoteles enseñaba que la actividad es un movimiento del ser hacia su propia "entelequia" : su estado de perfección.
Argumentando que muchos conceptos de esta obra están vigentes, y que puede ser fácilmente aplicados a nuestra cotidianidad, ¿cuánta gente no observamos que se encuentra anquilosada? Detenida en el pasado, con las mismas quejas e ideas inmutables. Y que dicho "estancamiento" (tanto intelectual cómo físico) les impide alcanzar esa posible perfección dentro de todos sus posibles destinos (aún siendo a veces el destino inescrutable o no a merced de nuestro completo control).
Sin ideales sería inexplicable la evolución humana. Los hubo y los habrá siempre. Palpitan detrás de todo esfuerzo magnífico realizado por un hombre o por un pueblo. Son faros sucesivos en la evolución mental de los individuos y de las razas. La Imaginación los enciende sobrepasando continuamente a la Experiencia.
¿El ideal de la libertad, de la igualdad, de la paz? Uno puede conjeturar y llevar este ejemplo a muchas versiones y divergencias. Ya es cuestión del lector si uno decide aplicarlo a su vida.
De este modo, "El hombre mediocre", también aborda algunos temas no menos difíciles, tales como la honestidad o la moral. Reproduzco el siguiente fragmento:
Si existiera una moral eterna -y no tantas morales, cuantos son los pueblos-, podría tomarse en serio la leyenda bíblica del árbol cargado de frutos del bien y del mal. Sólo tendríamos dos tipos de hombres: el bueno y el malo, el honesto y el deshonesto, el normal y el inferior, el moral y el inmoral. Pero no es así. Los juicios del valor se transforman: el bien de hoy puede haber sido el mal de ayer, el mal de hoy puede ser el bien de mañana. Y viceversa.
Se invita a sentir los matices, a la apertura de los sentidos para tratar de abstenerse de dicotomías y juicios tajantes o absolutos. Muchas cosas solo son, etiquetarlas de "buenas", "malas", "blancas" "de bien", "puta", ... etc, es limitarlas, no percibir los trasfondos. Pero bueno, ya es de cada quien la póstuma conclusión y/o reflexión.
No sé gran cosa de filosofía o ensayos sobre sociología. Me quedo satisfecho con la lectura de este libro. Quizá algún fallo que le encontré es que abunda en lirismos y prosa, que omitidos, le hubieran conferido a la obra una carácter más inmediato, además de haberse ahorrado páginas.
Aquí termino, citando unas últimas líneas:
Sólo hay juventud en los que trabajan con entusiasmo para el porvenir; por eso los caracteres excelentes pueden persistir sobre el amontonamiento de los años(...) Y no se nace joven: hay que adquirir la juventud. Y sin un Ideal no se adquiere.
Y unas breves líneas sobre el autor:
José Ingenieros (1877-1925): médico, masón, psiquiatra, psicólogo, criminólogo, farmacéutico, escritor, docente, filosofo y sociólogo argentino de ascendencia italiana. Se destacó por su influencia entre los estudiantes que protagonizaron la Reforma Universitaria de 1918. El hombre mediocre es un libro publicado en el año 1913. La otra trata sobre la naturaleza del hombre, oponiendo dos tipos de personalidades: la del hombre mediocre y la del idealista, analizando las características morales de cada uno, y las formas y papeles que estos tipos de hombre han adoptado en la historia, la sociedad y la cultura.
...sí, la fuente es la toute-puissante Wikipedia.