miércoles, 26 de febrero de 2014

OLEAJE

El pensamiento es como un oleaje. A veces llega a nosotros en ondas calmadas que se disuelven en las orillas, que puede ser cualquier conjetura, cualquier leve sensación, como sí cayera una hoja seca sobre una superficie de agua estática; y ese leve impacto produjera discretas pulsaciones que desparecieran gradualmente. Pero también, esos pensamientos, esas conjeturas/sensaciones/intuiciones/ deseos... pueden ser un mar rugiendo, furiosas olas estrellándose con violencia sobre acantilados y desfiladeros, y desde muy lejos, se pueden oír, sentir, no olvidar nunca.

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