viernes, 30 de noviembre de 2012





 
 
Harán varios meses que concebí la creación de cierto trabajo. Como tanto me conviene, al quedar finalizada dicha escritura la guardé para que en relecturas posteriores pudiera depurarla y limarle más asperezas. El tiempo fue pasando y de todo ese ensenble sólo rescaté algunas líneas. Ni siquera el título me gustó. Dicho writing no se aproximó a lo que yo esperaba; pero dejo lo que considero digno de salvar. Esa escritura fue un balbuceo.
 
 
 
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Lloran los sauces y se funden las luciérnagas
en la noche silente que te maquilló el rostro.
Intuyo tristemente la fatiga de tu senda
a través de pantanos henchidos de miedo
          -nuestros miedos-
y de muertos que reviven y de vivos que asesinan por la espalda.
 
 
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Entre los jirones de tu ropa quedaron estelas de la aurora
encuentro pedazos de estrellas
y oquedades marchitas de firmamento.
 
 
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Tus dedos frágiles trenzan resabios de luz;
configuraron la dispersión de mis lunares.
 
 
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(...) la soledad postergaste bajo mi cuna
desde la continuidad máxima de nuestra piel-arena.
 
 
 
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Estos años son un oleaje que erosiona mis orillas
se extiende y rompe dejando relieves
que son tus días cedidos al curso de inevitables horas y ténues olvidos.
El oleaje devuelve la entrañable placenta
con la que pescaste mis lunares en lagunas de sueño.
De las olas la eterna espuma será la reafirmación de tu memoria.
 
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la progresión de tu acuarela en los años,
efluvios de color;
hialina como ciudad de ángeles.
 
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aunque tus pies conocen el cansancio
la éstasis tu pulso rechaza.
 
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Porque en ti quedan vestigios de batallas,
cicatrices soportadas y tiempo fibrosado.
 
Por que tus huesos endurecieron antes que los míos
y tu piel aún conserva esquirlas de metralla.
 
Porque me moldeaste la vida entre hiedras y espinos
configurando al azar la dispersión de mis lunares
como pocas veces las estrellas
refulgieron para ti en la oscuridad de tus horas.
 
Porque amar a veces duele
Porque a veces el dolor también duele más.
Pero al final, de a poco, de a lento,
tus raíces se perpetuaron en la tierra
diste sombra y concentraste el rocío y la memoria
para de las cenizas dar vida y concebir otras mañanas.
 
 
 
 
 

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