domingo, 20 de enero de 2013

EL PARAÍSO OSCURO




¿Nutrirán algo nuestras cenizas dispersas en el páramo?,
quizá para la perfección de la insania.
¿Qué será del silencio que sangró de tus labios
                               -todos tus labios-
y lamí aún sin la esperanza de percibir materia
siquiera sal, siquiera amargura?
Tu piel siempre fue el encontrado paraíso oscuro.
El invierno, la espera y cada orgasmo rasguñado
preconizaban un imperio difícil de erigir
y sin embargo fatigar las noches con tu pensamiento
era soñar que el paraíso era un lugar en ti existente.
Los fantasmas fueron inevitables
flotaban junto a ti para devolverte a lo ausente, a lo etéreo.
Tu boca un osario
tus muslos entreabiertos hojarasca de noviembre,
yacer en ti era volverse bruma
era anularse en ecos de tus otras muertes.
Mi simiente aceptabas como tu promesa vana
en el cuenco de tu voz que reiterara una palabra real
y definiera la tangibilidad del paraíso contradictorio;
pero pletórico de quimeras, asimetría y años turbios
el demonio de la caída fue no perder la esperanza
¿y que era la esperanza en ti?
era la invitación de tu entrepierna
era que musitaras sobre días que nunca llegaron
porque nuestro paraíso era una conciencia pausada
y pasados reprimidos conservados en salmuera.
Fuiste más ausencia que vida, más hojarasca que luz
pero nunca y al final quedó más recurso
que arrancar los andrajos de tu esencia
y matar las mariposas negras posadas en tu pecho.
¿Qué será del silencio, de las cenizas
si para morir ya habíamos nacido?
Tus imágenes exacerban la soledad
y el recuerdo sepia de tu voz profana madrugadas
en que olvidar es un privilegio casi elegido.

miércoles, 2 de enero de 2013

TO BID YOU FAREWELL


 


1.
Que el silencio tu nombre extinga
pues a preservarlo en sal la espera me obligó
hasta que ya no pude rogar más lágrimas a las cigarras.
Que las ratas roan tu ausencia,
tras varias batallas perdidas aprendí
a curarme los huesos con relego de cadáveres
y a suturarme las heridas con ocasos turbios.
Entre hojarasca putrefacta de acumulados otoños
ocultará tu memoria un mausoleo sin inscripción.
 
2.
Mis suspiros tu imagen diluyéndose
aunque mantengo el primer instante de ti
no lucho por preservar el color,
que en la oscuridad todo languidezca
mientras yo le doy la espalda a la catarsis.
 
3.
Te pregunté por un espacio en tu piel,
solo pude dibujar tu nombre en ceniza.