2 SUPER CUENTOS INSPIRADOS EN 2 SUPER CANCIONES.....

Buenos dias, les damos la mas cordial bienvenida a ES. Sientanse como en casa y esperemos disfruten de la mas reciente produccion: 2 super cuentos inspirados en 2 super canciones
¡Y si en los proximos 30 minutos usted publica un comentario indicando las 2 super canciones podra llevarse una exclusiva comida en las cemitas de colera con el staff tecnico que hace posible Estatuario Soleado todos los dias!........solo por tiempo limitado!

ºAdvertimos de antemano que puede no gustarle algo en una de las presentaciones

ºChelis pendejo; ya tengo mi articulo de fisiopato, y estoy retecontento a pesar de que me haya tardado mucho y sean las 12:17 de la noche

ºHace rato Aura me pregunto si If i was in love...le dedicamos el primer cuento solo por tener ese nombre tan bonito y por que gracias a ella supimos de esa rola, y tambien solo por que tambien esta re bonita...esperamos no se indigne su concerniente pareja; en ES respetamos el sagrado mandamiento de no desearas a la mujer (u hombre, en su defecto) de tu projimo

ºA quien corresponda: en este momento me gustaria desgañitarme en groserias e insultarle y decirle ... ya nada, no tiene caso. Cuando recien nos conocimos escuchaba mucho "Hold me tigh" de los poderosos Beatles; y hubiera sido mejor solo escribir 1 super cuento inspirado en 1 super cancion, pero no fue asi : (

ºYa voy de salida de esto, solo quedan los remanentes...y un quiero pensar que there is any hope...
º...waking up all alone, waking up so relieved -Alkaline Trio
-------------------------------------------------------------------------------------------------

UNO

El sol moría lento. Sobre el océano una matriz de colores confundìanse en la vastedad indefinible. Quizá la primera estrella de la noche se revelaba melancólica. Quizá, aquella sería la última vez que ese hombre estaría allí, en ese café barato, discerniendo entre el relego y la amargura. Rememoraba los últimos momentos con Aura, una conocida que nunca fue su amante y una amante que nunca fue su conocida. El café se enfriaba, jugando con la cuchara se entregaba a las memorias pretéritas mientras contemplaba por una ventana sucia los astilleros tristes, las fábricas hediondas y las viejas embarcaciones; en fin, la quietud de un puerto hundiéndose en el mutismo.

...ya había anochecido. Aura y él se encontraban al borde de un escabroso acantilado. La luna coloreaba de pálidas sombras el ambiente, el relente se condensaba en cada materia, incluso en sus manos, que estaban asidas.
-¡Muéstrame como haces ese truco! –Dijo Aura risueña
-¡Oye! ¡¿Cuál truco?! –Replicó él
-¡Ese, el que hace que yo te quiera tanto!
El rió
-Eso no es ningún truco
-¿No? ¿Entonces dime qué es?
-…es magia –Susurro él besando apenas su mejilla.
Ella rió y hecho sus brazos al cuello de él
-No te creo, anda, dime como lo haces y prometo que me quedaré contigo.
Ambos se quedaron mirando, sabían que no sería así…

Aquel establecimiento se iba vaciando. Una breve corriente entró al lugar. El hombre recordó que también aquella noche sopló cierta brisa que algo profetizaba. Estando en aquel borde peligroso fueron estrellas, compitieron con otras constelaciones y desfasaron el tiempo de su cauce natural. Entre sus brazos, el beso el rostro y cabeza de Aura, y dijo todas las cosas que la hacían amar.

…-¿Por qué a veces estas tan lejos? ¿es que nunca verás que estoy enamorado de ti? –Hubo preguntado él. Ella suspiró y sonrió melancólicamente
-Perdón, y creo que hoy estaré más lejos de ti –Contestó ella ocultado su rostro en el pecho de él, ahogaba débiles sollozos. Aquello era desangrarse, como los últimos segundos antes de abandonar esto que llamamos vida: momentos inciertos, frágiles y efímeros…

Terminó el café y pidió un cigarro. Con una mano en el rostro y el codo en la mesa exhalaba humo de imprecisas formas, al igual que ya las ultimas reminiscencias.

…la despedida fue únicamente un largo beso. Ella no dijo algo más y fue poco a poco perdiéndose en la etérea noche. En la contempló paso a paso disolviéndose en las sombras, se marchó de aquel lugar y encontró una banca vacía en frente de la playa.
Prolongaba pensamientos, conjeturaba, suturaba donde había que suturar. Seccionaba las memorias y sentimientos que se fermentaban, iba deshidratando las cosas vagas y putrefactas que necesitaban drenarse.
No supo bien si se quedó dormido o algo similar. Como sea, la luz de la mañana siguiente le devolvió la razón. Aturdido, sentía que había estado despierto varias noches enteras, moviendo los labios solo para respirar su nombre: Aura. En frente estaba el mar, indiferente y vasto, del que no se podía esperar algo. Él hombre lo contempló preguntándose por la única mujer que había querido de verdad y mucho; y ahora se la habían robado ahogándola en lo más profundo del pasado…

Pagó la cuenta y salió. Ya había oscurecido y caminaba a lo largo de la playa. Las crestas blancas de las olas erraban hasta perecer en la arena, como si sugiriesen ser los remanentes de tantas cosas que perdemos y olvidamos llegando al océano.
Y aunque no quisiera, él la recordó una vez más. La vio ahí de nuevo, nadando como sirena en las profundidades más ignotas, chapoteando en el agua; ella como un sueño, ella, suave y única, ella, perdida y sola, tan lejana como el cielo




DOS (fragmento)

...Sadie contemplaba por la ventana mientras fumaba y daba un trago a la cerveza. Se pasó una mano por el cabello y de sus cosas sacó algunas hojas de papel y unos sobres, destapó la pluma fuente y anotó.

“Mi vida, mi amor:
¡Oh! ¡Mira que noche tan más hermosa, tan más esplendida!, como si Dios la hubiese dispuesto solo para nosotros dos, y paseáramos de la mano por la playa, como queriendo querernos, y; ¿por qué no dar rienda suelta a la imaginación?: amarnos en la arena con la luna y estrellas como únicos cómplices o testigos…
Pero no, hoy sé que no será así, y nunca lo sería, por ti, por mí, y nunca lo será. Estoy en el bar donde trabaja mi amiga, bebo cerveza y fumo (desde que te conozco lo hago sin parar), la ventana de donde estoy me ofrece esta magnífica fotografía de la playa y de repente se me vino a la mente esa linda idea. Sé que tal vez ya debería estar en casa descansando, en la tuya o en la mía, pero descansando.
Me conoces, sabes cómo me gusta la cerveza, y más si es oscura, tan solo fría y amarga. ¿Pero sabes?, esta amargura no se compara con la que he vivido estos últimos años, no son ni en lo mínimo similares; imagino ya estás descubriendo a que voy. Trabajo de siete de la mañana a once de la noche todos los días excepto domingos (por suerte hoy es sábado) y esto hace que sienta mi vida como arrastrarse, no creo que esté bien....