ºel que quiera entender, que entienda (...)
º dans la rue de tenues charmantes...............................................
ºet je t' ai trouvè plus belle cette nuit
-----------------------------------------------------------------------------------------------
Caminaba sin rumbo, a la deriva, naufragando entre muros y edificios antiguos, aferrado apenas a cualquier materia que le mantuviera a flote en su propia conciencia. Iba calle abajo, la lluvia de igual modo descendía limpiando las viejas baldosas, arrastrando y formando riachuelos caprichosos en las deterioradas aceras; arrastrando basura, tierra, y tantos resabios enfermizos. Las coladeras y tarjeas emanaban miasmáticos vapores que ascendían algunos centímetros para luego disolverse en medio del ambiente. Pasaban algunos carros salpicando, tan solo se apartaba y giraba la cabeza cubierta con el gorro de la sudadera. Era tan difícil pensar a esa hora, las luminarias de las calles se habían encendido antes debido al encapotado cielo que no dejaba pasar mucha luz, parecía más tarde de lo normal. Llegando a una esquina encontró una pareja ajena a cualquier situación que no fuera su universo carnal, él la besaba tomándola de la cintura, sembrando caricias en sentido ascendente o descendente; ella, hacía un ligero esfuerzo por alcanzar el rostro de él, con sus brazos alrededor de su cuello y como atrayéndolo para sí a causa de la diferencia de estaturas. Aquella era la asimetría general, la que la naturaleza parecía haber predispuesto. Pasó junto a la pareja y llegó a su destino, un café internet de dos plantas que estaba casi en su totalidad abarrotado, los equipos estaban separados unos de otros por cubículos para un solo usuario. El nombre del lugar era “L’Arc du Ciel”, llegó con el encargado y le pidió una computadora, aquel lo examinó y le asigno la última que quedaba. Las respiraciones de tantas personas empañaban los vidrios de la entrada, abajo del nombre del establecimiento figuraba un anuncio luminoso con los colores del arcoíris.
El fue a donde le habían asignado su computadora, antes de llegar, dos jóvenes, más o menos de su misa edad, se levantaban e iban al fondo del establecimiento para hablar con el encargado. En el cubículo donde estaba había un equipo viejo, el asiento de la silla estaba manchado, al igual que la mesa donde yacía el teclado. Accedió a un página de chat que ya le habían recomendado anteriormente, y, que estando en el establecimiento específico, que era ese café internet, se podía conseguir un trato más directo entre los que navegaban en tal comunidad. Finalmente seleccionó su nombre de usuario, o como lo denomina la jerga informática, nickname: Kosita.
En menos de lo que él esperaba, pronto alguien le buscó para conversar. Él aceptó a la vez que trataba de seleccionar algún otro usuario para hablar.
Venus: -Hola Kosita, ¿Komo estàs?
Kosita: -Hello venus, bien, y tu?
Venus: -Muy bien, nunka t había visto por aka
Kosita: -No, sta es la 1era vez
Venus: -De verdad?, uy, yo kasi siempre estoi aki!
Kosita: - me enterè de esta pagina por unos amigos
Venus: -Y ke tal? Platikas con alguien màs?
Kosita: -No, solamente contigo, y con 1 tal rickie
Venus: -Ay!, si ya se!, ese rickie es un grocero! Tambien algunas veces yo he platikado con el, es un bruto, solo te kiere usar.
Kosita: -No sabría decirte, orita no me ha rspondido.
Venus: -Bueno, haver, kuéntame, y ke haces de tu vida?
Kosita: -No mucho, voi a la escuela, salgo con mis amigos, y ya y tu?
Venus: -Pus trabajo en la noxe atendiendo un bar, todos los días, bueno menos hoy, xk hoy es mi dìa de desknso, en verdad me lo merezco, termino super kansado, luego ay algunos que se kieren propasar, piensan ke todos somos unos kualkiera.
Kosita: -Y en cual bar trabajas?
Venus: -En el Noir Kiss
Kosita: -¿¿¿???
Venus: ke?
Kosita: -No lo conosco.
Venus: -No conoces el noir kiss? Esta super!, sikieres te paso la dirección, preguntas por mi y yo te atiendo, preparamos unos drinks super-duper!, esta bien nice para el reven
Kosita: -Si, me gustaría, pero no recuerdo ni siquiera haverlo escuxado.
Venus: -En serio…??? Ke raro… si eres de ambiente verdad? Eres hombre?
Kosita: -Si, apenas como hace un año
Venus: -Mi vidita, aun estàs peke. Y como te llamas?, yo soy armando, pero prefiero ke me digan venus.
Kosita: -Carlos, pero pus igual me gusta que me llamen asi.
Venus: -Muy bien carlitos, y kuantos años tienes?
Kosita: -18 y tu venus?
Venus: -22, oye... y de donde eres?
Kosita: -de Puebla y tu?
Venus: -Oye ke bien! Yo también! Y estas en tu kasa?
Kosita: -No, en un cyber
Venus: -¡NO ME DIGAS! Y ESTAS EN EL ARC?
Kosita: -en donde?
Venus: -en el arc du ciel, uno ke tiene un arcoíris en la entrada
Kosita: -si!
Venus: -oye, karlos, y te gustaría ke nos konosieramos?
Kosita: -en donde?
Venus: -pus aki mismo! Es fácil!
Kosita: -entonces es cierto todo lo que se dize de aquí? Y voy a tu computadora o como?
Venus: -si, es cierto todo lo ke se dice de este cyber, mira, ve con miranda, te va a kobrar 50$ , yo te esperarè
Kosita: -y quien es miranda?
Venus: -pus si se ve ke de verdad esta es tu 1era ves, miranda es el que te atiende, tu solo ve con el, y dile ke yo te espero, le pagas y ya està
Kosita: -ya entiendo, tons, orita nos vemos.
Venus: besitos.
Carlos se dirigió con el encargado. Este lo volvió a examinar, Carlos sentía que perdía el control de sus pies.
-¿Miranda? –Dijo
-Soy yo… ¿en que te puedo servir? –Dijo el encargado.
-Bueno, es que Venus y yo, queremos conocernos, pero no se que… -Carlos temblaba al sacar el billete de su cartera.
-Si, chico, no te preocupes, ¿es la primera vez que vienes verdad? –Dijo Miranda.
-Este (…) si
Miranda se incorporó de su silla y se colocó atrás de Carlos tomándolo de la cintura.
-¿Cómo te llamas, perdón? –Preguntó Miranda- al tiempo que encaminaba a Carlos al fondo del establecimiento, hacia un cuarto que tenía una pequeña rendija y de la cual no salía ninguna luz.
-…Carlos.
-Muy bien Carlitos, no te preocupes, con confianza, Venus ya está allí –Dijo Miranda dejando a Carlos frente a un cuarto de puerta metálica mal pintada.
Carlos empujó el frío metal y las bisagras oxidadas gimieron. La luz exterior iluminó parcialmente las penumbras internas y pudo ver un cuerpo masculino moreno, ya semidesnudo, que le esperaba.
-Hola, Carlos -Dijo Venus desde la profunda oscuridad casi perpetua. Carlos entró y las sombras se cernieron sobre ellos. A través de la rendija se filtraban vagas franjas de luz exterior, adentro todo era una constitución de oscuridades y difusos rayos que no permitían distinguir con claridad la nitidez de la escena. Carlos y Armando se entregaron a su homogéneo lance, a las consecuencias finitas que este les acarrearía; la catarsis, la leve lenta agonía y el vestigio que cada uno legaría al otro, finalement; la morte petite.
Carlos salió del establecimiento, la lluvia había cesado, la noche ya se percibía, incluso el cielo se había limpiado de los negro nubarrones y ahora se revelaba hialino, renovado, con algunas estrellas; libre de emanaciones viciosas de una ciudad que escondía tanto en sus entrañas. Caminaba calle arriba, en contra del tránsito, en contra del agua que aún corría hedionda a los drenajes, tan solo caminaba calle arriba, en contra a lo que se decía o estaba supuestamente establecido; no sabía si también en contra de sus juicios. Levantó la vista y el celaje nocturno reflejaba sus conjeturas.
-Ojala todavía hubiera luz, ojalá apareciera un arcoíris –Pensó Carlos.
El fue a donde le habían asignado su computadora, antes de llegar, dos jóvenes, más o menos de su misa edad, se levantaban e iban al fondo del establecimiento para hablar con el encargado. En el cubículo donde estaba había un equipo viejo, el asiento de la silla estaba manchado, al igual que la mesa donde yacía el teclado. Accedió a un página de chat que ya le habían recomendado anteriormente, y, que estando en el establecimiento específico, que era ese café internet, se podía conseguir un trato más directo entre los que navegaban en tal comunidad. Finalmente seleccionó su nombre de usuario, o como lo denomina la jerga informática, nickname: Kosita.
En menos de lo que él esperaba, pronto alguien le buscó para conversar. Él aceptó a la vez que trataba de seleccionar algún otro usuario para hablar.
Venus: -Hola Kosita, ¿Komo estàs?
Kosita: -Hello venus, bien, y tu?
Venus: -Muy bien, nunka t había visto por aka
Kosita: -No, sta es la 1era vez
Venus: -De verdad?, uy, yo kasi siempre estoi aki!
Kosita: - me enterè de esta pagina por unos amigos
Venus: -Y ke tal? Platikas con alguien màs?
Kosita: -No, solamente contigo, y con 1 tal rickie
Venus: -Ay!, si ya se!, ese rickie es un grocero! Tambien algunas veces yo he platikado con el, es un bruto, solo te kiere usar.
Kosita: -No sabría decirte, orita no me ha rspondido.
Venus: -Bueno, haver, kuéntame, y ke haces de tu vida?
Kosita: -No mucho, voi a la escuela, salgo con mis amigos, y ya y tu?
Venus: -Pus trabajo en la noxe atendiendo un bar, todos los días, bueno menos hoy, xk hoy es mi dìa de desknso, en verdad me lo merezco, termino super kansado, luego ay algunos que se kieren propasar, piensan ke todos somos unos kualkiera.
Kosita: -Y en cual bar trabajas?
Venus: -En el Noir Kiss
Kosita: -¿¿¿???
Venus: ke?
Kosita: -No lo conosco.
Venus: -No conoces el noir kiss? Esta super!, sikieres te paso la dirección, preguntas por mi y yo te atiendo, preparamos unos drinks super-duper!, esta bien nice para el reven
Kosita: -Si, me gustaría, pero no recuerdo ni siquiera haverlo escuxado.
Venus: -En serio…??? Ke raro… si eres de ambiente verdad? Eres hombre?
Kosita: -Si, apenas como hace un año
Venus: -Mi vidita, aun estàs peke. Y como te llamas?, yo soy armando, pero prefiero ke me digan venus.
Kosita: -Carlos, pero pus igual me gusta que me llamen asi.
Venus: -Muy bien carlitos, y kuantos años tienes?
Kosita: -18 y tu venus?
Venus: -22, oye... y de donde eres?
Kosita: -de Puebla y tu?
Venus: -Oye ke bien! Yo también! Y estas en tu kasa?
Kosita: -No, en un cyber
Venus: -¡NO ME DIGAS! Y ESTAS EN EL ARC?
Kosita: -en donde?
Venus: -en el arc du ciel, uno ke tiene un arcoíris en la entrada
Kosita: -si!
Venus: -oye, karlos, y te gustaría ke nos konosieramos?
Kosita: -en donde?
Venus: -pus aki mismo! Es fácil!
Kosita: -entonces es cierto todo lo que se dize de aquí? Y voy a tu computadora o como?
Venus: -si, es cierto todo lo ke se dice de este cyber, mira, ve con miranda, te va a kobrar 50$ , yo te esperarè
Kosita: -y quien es miranda?
Venus: -pus si se ve ke de verdad esta es tu 1era ves, miranda es el que te atiende, tu solo ve con el, y dile ke yo te espero, le pagas y ya està
Kosita: -ya entiendo, tons, orita nos vemos.
Venus: besitos.
Carlos se dirigió con el encargado. Este lo volvió a examinar, Carlos sentía que perdía el control de sus pies.
-¿Miranda? –Dijo
-Soy yo… ¿en que te puedo servir? –Dijo el encargado.
-Bueno, es que Venus y yo, queremos conocernos, pero no se que… -Carlos temblaba al sacar el billete de su cartera.
-Si, chico, no te preocupes, ¿es la primera vez que vienes verdad? –Dijo Miranda.
-Este (…) si
Miranda se incorporó de su silla y se colocó atrás de Carlos tomándolo de la cintura.
-¿Cómo te llamas, perdón? –Preguntó Miranda- al tiempo que encaminaba a Carlos al fondo del establecimiento, hacia un cuarto que tenía una pequeña rendija y de la cual no salía ninguna luz.
-…Carlos.
-Muy bien Carlitos, no te preocupes, con confianza, Venus ya está allí –Dijo Miranda dejando a Carlos frente a un cuarto de puerta metálica mal pintada.
Carlos empujó el frío metal y las bisagras oxidadas gimieron. La luz exterior iluminó parcialmente las penumbras internas y pudo ver un cuerpo masculino moreno, ya semidesnudo, que le esperaba.
-Hola, Carlos -Dijo Venus desde la profunda oscuridad casi perpetua. Carlos entró y las sombras se cernieron sobre ellos. A través de la rendija se filtraban vagas franjas de luz exterior, adentro todo era una constitución de oscuridades y difusos rayos que no permitían distinguir con claridad la nitidez de la escena. Carlos y Armando se entregaron a su homogéneo lance, a las consecuencias finitas que este les acarrearía; la catarsis, la leve lenta agonía y el vestigio que cada uno legaría al otro, finalement; la morte petite.
Carlos salió del establecimiento, la lluvia había cesado, la noche ya se percibía, incluso el cielo se había limpiado de los negro nubarrones y ahora se revelaba hialino, renovado, con algunas estrellas; libre de emanaciones viciosas de una ciudad que escondía tanto en sus entrañas. Caminaba calle arriba, en contra del tránsito, en contra del agua que aún corría hedionda a los drenajes, tan solo caminaba calle arriba, en contra a lo que se decía o estaba supuestamente establecido; no sabía si también en contra de sus juicios. Levantó la vista y el celaje nocturno reflejaba sus conjeturas.
-Ojala todavía hubiera luz, ojalá apareciera un arcoíris –Pensó Carlos.
1 comentario:
wow, maravillosa creación, hace mucho que no revisaba mi blog y recién vi tu comentario sobre mi cuento (Diario de Muerte), que bueno que te gustó.
ahhhm acerda de E.S. interviné cierta cuenta de correo y ahí estaba el link de este blog, pero no le digas a nadie.
Publicar un comentario