Quince de septiembre. Hoy se festeja la independencia de México con gran alegría. Hay fiesta y regocijo general. Para mí no será la excepción y también andaré por ahí "festejando".
Sin embargo, y no es de ahora, me he planteado las siguientes preguntas: "¿Que rayos es lo que festejamos? o ¿Porqué festejamos?" Pues es simple, ¿no?, la independencia. Ajá...(¿?)
Pues así de simple como se responde yo he reflexionado mucho. No solo deberíamos festejar nuestra independencia, a mi no me basta. Deberíamos, más que solo festejarla, justificarla; exacerbarla. No solo somos buenos mexicanos cuando ponemos las chelas y celebramos esta fecha o un partido de fútbol. Uno se vuelve mejor mexicano cuando hacemos patria. Por lo anterior me refiero a hacer en verdad cosas por México. Llegar temprano a nuestros trabajos y ser competitivos en él, por ejemplo.
Hago patria cuando procuro ser mejor mexicano -mejor ciudadano-. No tirar basura, respetar el ambiente, a mis vecinos, hago patria cuando leo a Rulfo o a Villaurrutia, cuando no solo festejo que México pase a octavos; sino cuando voy más allá de las concepciones superflúas que nos imponen los medios y las tendencias.
Y de todo lo anterior que no se concluya que no me gusta el fut, que no me gusta chelear ni el cotorreo. Más bien, trato de conciliar puntos divergentes y aplicarlos en una visión que abarque lo mejor de todo. Claro que estoy interesado que México vaya más allá de octavos, pero también busco ser mejor en mi trabajo, conduciendo o no sólo quejándome de los aspectos negativos que muchos ven, o bien, no solo viendo las pendejadas de la tele -que prefiero ignorar. Pues bien, yo le exigo a México que no solo pase de los octavos, sino que llegue a la final y la gane, y hasta de visitante. Pero también sería importante que cada mexicano haga patria, que llegue a su final y también la gane. Que haya tolerancia, que haya esfuerzo, que haya más conciencia. Que hayan tantas cosas más, que promovamos un cambio desde nosotros mismos en base a la educación, al respeto; al diálogo....
Mientras tanto, ¡Viva México cabrones!.