martes, 12 de agosto de 2014

Atestiguándome

Ya había terminado de correr, e iba por la tercera repetición de "cristos" en el desvencijado pasamanos de la unidad habitacional.
Una niña, que ya había visto a lo lejos, se me acercó. "Tal vez esté loca", pensé para mis adentros. Era morena, menos de 1.30 de estatura, tenía la mirada divagante y hablaba sola. Venía con dos perros.
-¿Haces ejercicios así? -Me dijo moviendo un brazo.
-Sí -Le dije.
¿Y para que haces ejercicio?
-Para estar saludable.
Continué con otra repetición, cuando terminé me dijo:
-¿Ese perro es tuyo? -Me dijo señalando al mayor de los dos perros que la seguían.
-No, no es mío.
-Tiene algo en la pierna -Dijo señalandolo.
Yo ya sólo me encontraba estirando.
-Oye te invito a mi cumpleaños, es por allá, a ver si vas.
-Sí, gracias -Le respondí.
La niña se fue, como también yo me retiré. Cuando voltee estaba encima de una patineta, sosteniendo un equilibrio inmejorable. Y ahora veo porque Yisus estaba mamado, todo es gracias a los "cristos". Le hacen honor al nombre.


No hay comentarios: