domingo, 23 de marzo de 2014

SINSAJO: Suzanne Collins






Siendo una lectura entretenida, quizá en una semana o poco más, terminé de leer "Sinsajo", último volumen con el que la historia de Katniss Everdeen finaliza desde "Los juegos del Hambre".






SINOPSIS: "Sinsajo" es el  último volumen de la trilogía. Nos plantea y concluye la conversión de Katniss en el sinsajo (una especie de pájaro, dentro de toda la historia). Como tal, dicha responsabilidad significará la insurgencia final del Distrito 13, que también instigará a los demás Distritos para derrocar el régimen tiránico del Capitolio. A lo largo del proceso de revolución la historia coexistirá con otros hechos cómo el rescate de Peeta en el mismo Capitolio, y las operaciones secretas para que el levantamiento tome fuerza.

En general me quedo con una impresión bastante grata y positiva de estos libros. Y lo digo porque se han publicado cosas muy malas (Crepúsculo, o eso de las 50 sombras -por citar ejemplos recientes) pero me parece que por mucho se salva la saga de Suzanne Collins. 

Al final, lo que uno demanda de cualquier libro, es que se pueda pasar un buen rato leyéndolo, que la historia cautive, y sí, si se puede, quizá algún "plus": una pulsación interna, algo que desgarre, vernos reflejados en las líneas, o que concrete alguna intuición personal previa o desate alguna posterior.

Sinsajo es el volumen mejor conseguido. Sin  pretender algún moralismo,  nos regala algunas enseñanzas y reflexiones, pero sobre todo, el compromiso esencial que se le debe exigir a cualquier artista es que sea bueno en lo que se hace: Suzanne Collins por Sinsajo, y en general los libros predecesores, sentí que lo alcanzó. En Sinsajo los personajes gozan de una mejor caracterización, se leen más definidos y profundos, punto muy favorable puesto que me parecía que era una de las cosas a mejorar en toda la historia de los Juegos del Hambre.  Por ende, esta mejoría hace la historia más vívida y creíble. El lector se verá enfrentado con una Katniss desvariada, impulsiva e introspectiva; comportamientos que se irán reflejando e influirán en los hitos de la narrativa. La historia se desenvuelve lógicamente y no parece que algo se lo hayan sacado de la manga. Cada acto corresponde al precedente, explotando las características de un buen best-seller, el suspenso se va dosificando de modo que el lector quede (o quedemos, y lo digo con orgullo) seducido. Afortunadamente, no es una historia ni recargada hacia lo sentimental ni hacia la ciencia ficción pura. Los Juegos del Hambre contiene ambos elementos en una adecuada proporción, y, lo que resulta más ventajoso, es que no toma clichés que podrían abundar en las propuestas deficientes de este tipo. (Por ejemplo, la extinción de la especie humana, o la historia de amor entre el chico malo y la chica buena)
Como ya reseñaba en las líneas precedentes, Sinsajo nos propone algunos dilemas sin caer en dictámenes moralistas. Son breves líneas que pueden sugerir una reflexión al lector. Hay varias muestras, por ejemplo, cuando Gale propone también abatir civiles inocentes por el precio de destruir a sus enemigos; ipso facto, se provocan al momento un número diverso de opiniones. ¿Qué se habría hecho en nuestra realidad?, mejor dicho, conocemos la realidad y qué se ha hecho.
No sé si fue la intención de la autora codificar ciertas situaciones bien conocidas para lograr algún efecto en los lectores, si fue así, al menos en mi lo consiguió. Citaré algunos ejemplos, que sin ser "La guerra y la paz" o "Los miserables", revisten a Sinsajo de ciertos tonos que van hacia lo social, hacia nuestra naturaleza humana.

Somos seres inconstantes y estúpidos con mala memoria y un don para la autodestrucción. Pero, ¿quién sabe? Quizá esta vez sea la buena.

La frase es clara, recordemos la historia, veamos nuestra realidad. Lo que me gustó fue que estando en un punto crítico de la narración,  alguien piensa que quizá esta vez sea la buena, es decir, que hay esperanza. Esperanza para todos nosotros. 

Continuando, también se sugiere eso que ya hemos constatado a lo largo de todas las revoluciones, golpes de estado y cambios de poder. El ser humano es ávido, hay "algo" en el poder que corrompe, que cambia y distorsiona la visión. ¿Qué será? No sé, ni he tenido tanto poder nunca. Los nuevos que llegan repiten el ciclo, vuelven a haber inconformes y de nuevo se dan las sucesiones, los cambios... ¿Habrá alguna raíz de todo este mal, de todo el mal?  Sinsajo nos brinda ciertos pasajes de este tipo, y termino con el siguiente:

Ya no siento lealtad hacia estos monstruos llamados seres humanos, a pesar de ser uno de ellos. Creo que Peeta dio con la tecla al comentar que nos destruyéramos entre nosotros para dejar que otra especie más inteligente ocupara nuestro lugar. 
Nada más alejado de realidad, es a la conclusión de cada quién. Y hasta aquí, porque el punto no es señalar lo que se pudiera remarcar en cuanto a otros planos que no sean lo literario únicamente. 
Sinsajo superó mis expectativas, sobre todo porque pensaba y temía que la historia se iba a ir al carajo por la forma del segundo libro, pero S. Collins enderezó bien el rumbo y dejó pulida la historia de la mejor forma.  




Lo que necesito es el diente de león en primavera, el brillante amarillo que significa renacimiento y no destrucción. La promesa de que la vida puede continuar por dolorosas que sean nuestras pérdidas(...) -Me amas. ¿Real o no?  Yo respondo: -Real.

Imagino que ese fue el momento de mayor inspiración de la autora, el momento en el que conjuró a Virginia Woolf, Simone de Beauvoir y Emily Dickinson, y resultó; y lo amé en verdad, lo transmitió muy bien. Yo aconsejaría la lectura de estos libros sin tener en cuenta lo menos posible todo el escándalo de las películas. Cine y literatura cuentan con recursos propios y distintos, que no sé porque la gente se empecina en que faltaron páginas  a las películas y que las mangas del chaleco. Me da cierta curiosidad de que pasará con "Los Juegos del Hambre" en unos sesenta o setenta años. ¿Se seguirán leyendo?, ¿se consagrarán como clásicos o sólo quedarán como el recuerdo de otros libros que fueron adaptados al cine por su facilidad narrativa? Supongo que lo mismo aplica a la saga de Harry Potter, muchos de sus lectores somos "mayores" (al menos biologicámente hablando y en sentido personal, claro está) y creo que nos sigue gustando, o al menos conservamos todavía gratas memorias. Espero esto pase también con los Juegos del Hambre.





Pie de página. ¿Y qué me expliquen cómo porque vergas las cubiertas de los libros dejan tanto qué desear a comparación de los "banners" de las películas? Está bien, no seré superficial, un buen libro es lo que va a adentro, vale madre si lo cubren con papel para verdolagas (Cortázar!) (¿eran verdolagas o acelgas o qué?) Lo que sí no pude tolerar es que para la terminar las películas hayan partido Sinsajo en dos partes. ¡Que no chinguen! ¡Ya tienen mucho dinero esos putos! ¡Ni que fueran 800 páginas! 

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