viernes, 24 de abril de 2015

El CLUB DE LA PELEA - CHUCK PALAHNIUK





La primera vez que leí “El club de la pelea” –en esa vez, era “de la lucha”- fue en  formato digital y que dicho sea de paso, ya para ese entonces, la forma y el hábito de los e-books se habían consolidado en mí. No sé si soy yo, sin embargo; pero la lectura digital me deja cierta sensación de vertiginosidad, de como si las páginas se me hubieran escurrido entre los dedos y los ojos, y en mi memoria quedara algo menos. Ahora bien, recientemente he releído “El club de la pelea” en analógico, sí, en papel, y acaso mi vivencia de la historia fue mucho mejor.


Más allá de presentar o no presentar una aversión a los tiempos modernos de hiperconsumismo, megalomanía y megaconectividad, esta primera obra del norteamericano Chuck Palahniuk tiene méritos artísticos suficientes y loables, independientemente del contexto ideológico. El bastión fuerte de “El club de la pelea” es el matiz y desdoblamiento psicológico, ese héroe-antihéroe que es Tyler Durden y a la vez no lo es. Así, mediante este engranaje, Palahniuk entreteje un juego de personalidades y hechos que se desdoblan en una historia de sabotaje para el consumismo y estulticia de la sociedad occidental contemporánea. Un oficinista –un godinez- es el encargado de urdir el plan maestro para el complot ideológico. El oscuro proyecto consistirá en organizar clubes de la pelea por todo el país, diseminar una especie de ideología de renovación,  hasta dinamitar algún edificio importante; y aún hacia más largo plazo, acabar con la “sociedad del progreso” como la concebimos.

Es una lectura sencilla, y no obstante, es esto una de sus principales virtudes. En ese estilo llano, y oscilando entre la violencia y un juego de introspecciones y extrospecciones;  existe un matiz ácido e hilarante en el hilo narrativo, sin que en algún momento el lector se aburra.  Palahniuk supo construir de manera perfecta el tono de la novela, que se ejecuta sin que le sobren o falten capítulos, o bien, que caiga en lugares comunes y frases forzadas. 

Finalmente, “El club de la pelea” es idóneo para el lector que busque una historia irreverente y original, con un fuerte componente de la psique del protagonista. El juego psicológico, de personalidades, podría describir a cualquier persona que quiera enfrentar sus debilidades, miedos y obsesiones, y consciente de ellos -o inconscientemente-; crear en dado momento el Mr. Durden que que emancipe de las formas inservibles para alcanzar la renovación, y aún tal vez…arder de nuevo. 






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