sábado, 16 de mayo de 2015

AZTECA - GARY JENNINGS



TITULO: "AZTECA"
AÑO DE PUBLICACIÓN: 1980
PÁGINAS: 867
AUTOR: GARY JENNINGS - ESTADOS UNIDOS

“Azteca” es un libro del que escuché hablar muchas veces en entornos familiares así como entre algunos conocidos. Muchos comentaban su asombro de esta “novela histórica”, remarcaban los pasajes que más les habían impresionado y así, mucho, mucho ruido. Finalmente, leí dicho título y lo siguiente fueron mis impresiones.

Gary Jennings nos presenta “Azteca” en la forma de una narración en primera persona. Justamente un mexica o azteca que en propia voz irá describiendo algunos aspectos de su vida antes de la llegada de los españoles. Este azteca –Mixtli-, ha sido un sobreviviente y testigo de la conquista, e irá compartiendo los fragmentos dispersos de su vida a manera oral ante un grupo de monjes y misioneros, encomendados por el rey de España.
De esta manera, las casi novecientas páginas del libro relatan un hito de memorias, sucesos y experiencias de un hombre. En medio de este funcionamiento, el lector –sobre todo el mexicano- se irá topando con ciertos conceptos que siguen vigentes en nuestra cultura, ya sea el uso del lenguaje, lugares como Coyoacán, Tlaxcala o Cuernavaca, y por ahí muy escondido, La Maliche y Juan Diego.

Aunque esta novela, de cierta forma histórica, pudiera parecer difícil, es en realidad una lectura muy accesible que fluye sin mayor complicación entre algunos hechos históricos de la conquista de Tenochtitlán y la vida prehispánica de México. “Azteca” goza de esa inmediatez que caracteriza a los best-sellers, y es por ahí dónde muchos se pueden enganchar, inclusive no siendo lectores frecuentes. “Azteca” es idónea para quien busque una historia de largo plazo, entretenida, llena de diversos hechos y acción.

Ahora bien, siendo un poco más estrictos, a mí me pareció que el mecanismo narrativo se vuelve insuficiente, o más bien, repetitivo, todo transcurre en la psique del protagonista mediante la sucesión de estos capítulos narrados, lo que en dado momento, al menos personalmente, me comenzó a aburrir.  Y es ahí donde no se percibe mayor esencia. Mixtli es leído como una serie de hechos pasados y sin la mayor complejidad, no se le percibe una mayor humanidad.
Segundo, algo que siento que demerita la historia, o la hace menos fuerte -sin cuestionar si esa era o no la intención del autor (parece que el autor vivió doce años en México, con el fin de investigar para escribir la novela)- es el hecho de un protagonista que se enfrentó a un evento que marcaría no sólo su vida, sino que cambió el curso y la vigencia de una civilización. Vivir, atestiguar y sobrevivir a una conquista, para que luego otras creencias y formas de vida sean impuestas, es un conjunto de experiencias que en primeros términos resulta incomprensible. Imaginemos que en dado momento nuestra civilización contemporánea se ve conquistada por una raza superior, con la consecuente imposición de ideas y religión, etc. ¿Cómo manejar tal reseteo titánico? ¿cómo reaccionar a un fenómeno sin precedentes? La respuesta desde luego no es inmediata, y en “Azteca”, algo de esto ocurre como cualquier otra cosa. Leemos a un Mixitli relatando memorias sin más, como hechos aislados sin relación con un futuro –presente- donde todo cambió desmesuradamente.


En conclusión, “Azteca” puede ser el ejemplo del libro bastante entretenido, que de cierta forma, marcó un lapso en la visión literaria de cierta generación (algo cómo “Caballo de Troya”). Vaya, gente común que sólo buscaba una historia en la que hundirse placenteramente, con lo cual estoy de acuerdo, así sea ”Azteca”, P. Cohelo, o las sombras del Gray (Borges defendía la lectura hedónica, ante todo). Y bien, “Azteca” puede  proporcionar de estos hundimientos tan ricos. Con algo de morbo, y seguro por la publicidad de boca en boca, este libro gozó –y parece que todavía- de una popularidad en cierta forma continua. Sin problema, la mayoría de los lectores no quisquillosos se irán perdiendo en sus páginas, sobre todo si hay que enfrentar muchas horas de autobús o vuelo. 

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