jueves, 23 de diciembre de 2010

...taking your time with apologies. Alkaline Trio en Radio




T É
En discretas esencias
a sorbos de té
vuelvo a dar con tus notas:
Bosque, frutos, sabores,
sílfide en liosos senderos;
intermitencia, sombras y lejanía.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

DIA EN LA VIDA

foud my way downstairs 'n drank a cup, 'n looking up I noticed I was late. The Beatles en A Day In The Life



d i a E n l a v i d a


I: RUTINA
Tus labios,
mismos inviernos silenciosos.
Lóbregos, uniformes
sin algún otro relieve.
Nunca un beso en verdad prolongado.
Nuca siquiera la mínima tibieza.
Rutina. Tedio. Infinito gris celaje.
Tú.
Tu rostro,
que antes iridiscente pensé
es ahora un abismo
donde solo habitan sombras.

II: SENTIR
Se tornan vulnerables
los instantes en que súbita
alteras el curso de las horas.
Acá
y al tiempo lejana,
la soledad redimensionas,
en la estrechez de los segundos
en que nuestra ausencia se atenúa.
Es magia y herida
la inmediatez de tu presencia,
que me enloquece
que me grita: ¡sientes!, ¡sientes!, ¡sientes!
y quisiera morir,
en el frío,
sin esperanza;
sin sentir lo que es sentirte
pero me llenas de vida,
solo al seguir la senda de tu talle.

III: LO IMPREVISTO
Lance de dos deseos.
Repentinos, improvisados,
bajo el influjo etílico,
arden en un flama de oscuridad.
Perdición de dos bocas,
tal vez dubitantes,
que solas, miserables e inciertas
juegan a quererse, a ser queridas.
Y esas manos;
una pugna sobre la tela
tender un pesebre de humedad,
mientras que otra erige
la dureza entre jadeos
con un frenesí que pronto abadona.

sábado, 27 de noviembre de 2010

ARDIENDO LENTO





A R D I E N D O L E N T O

Burned in a sea of ice, and drowned amidst a fire. Michael Drayton.

Y, más que por el goce y el delirio,
amarte por la angustia y por la duda. Xavier Villaurrutia.

Every one learns faster on fire. Alkaline Trio.Burn.

AMAR es una angustia, un pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
es un querer saber todo lo tuyo
y a la vez un temor de al fin saberlo. Xavier Villaurrutia.

It's killing me, and it's poissoning, the best of me.
Atreyu.Slow Burn.


*5 epígrafes es mucha crema para los tacos. Mais je les aime bien.



I.
Tras la descarga de un violento beso
quisiera saberte herida de muerte,
quisiera anular tu pensamiento;
mas arde en los resquicios de mi conciencia
un perenne fuego alimentado
de la desgarrante recurrencia de tu imagen.

II.
Sin matar sofocan,
las raíces de tu ausencia en mi garganta,
haciendo que sangrantes maldigan
mis labios el dolor de tu nombre
en los que tus cinco letras queman lento
y eres más significados,
hieres con más significados:
incertidumbre,
lontananza,
búsqueda en anfractuosos laberintos
de la hermosura en que ames ardiendo,
hasta la fatiga;
del prodigio en que ardas amando,
sin consumirse tus alas.

III.
Al embeleso de tus ojos
-amaneceres rasgados
-ocasos oblicuos.
en ellos la confusión de mis noches
es la sutura entre sueño y realidad,
e ignorar si es soñando o despierto
el deseo de tu cuello desde cada ángulo,
donde tu tibio pulso más el fervor de mis actos
sean la intrincada consecución
de miradas etéreas y cercanas palabras y alientos.

IV.
Hacia la muerte arderá la espera
de sentir en tu tacto la vida
y al instante refleje mi piel leprosa
las albas que tus relieves guardaron.
¿Cuántas líneas más
de lenta escritura delirante,
insana, tediosa y de ti nostálgica,
estarán condenadas mis manos a sufrir,
sin que acaso en verso alguno
encuentre de ti la mínima esencia?

V.
En insomnio, en melancolía
el infierno de ti se consumirá.
Solo quedarán hojas dispersas,
caligrafía consumada,
muros agrietados de pensamientos semiderruidos
y ámpulas en mis puños,
del olvido en que olvidé escribiendo
con afiladas letras ardientes
para drenar el absceso purulento
de esta herida crónica, lancinante,
tu herida,
que no quiere cerrar,
que todavía se infecta;
de frecuente recuerdo.

VI.
Sobre tu retrato en negro
entre lamento y agonía enmarcado,
cae la aflicción del presente,
y las sombras y polvo del pasado:
que fuéramos solo uno;
estrechándonos, ardiendo lento.

lunes, 1 de noviembre de 2010

SENTIR LA TARDE




****yeah yeah! esta va para ud. in LAURELIA'S BUENDIA memory. Desde la tierra de Dante, Bocaccio y Calvino
sunset! sunset! a disfrutar pues..........
Sentir la tarde es reconocer la imposibilidad de pintarla en líneas, es un terco atrevimiento de aferrarse al rojo y naranja. Sentir la tarde es sufrir en el horizonte la lontananza de su efigie, la tarde se siente al no querer sentirla, sino ser con la tarde propia, las rutas del cielo que envejece y las sombras acortándose hacia la escala de la noche. Espuma, la tarde apenas permanece en mis relieves, breve, es el sosegado roce de instantes concentrados. Tarde, ¿cómo hacer para tenerte pura? Tarde, ¿cómo destilarte en una sola palabra que te describa? Hieres mis sentidos en obstáculo, derrota y traición; porque jamás podré amarte infinita en las oquedades de mis ojos. Tarde, quiero sentirte sin el afán de la lógica, sentirte sin la turbiedad de mi pensamiento que se pregunta, que muere y no muere en la agonía, de concebirte tan solo bella, aun en la estrechez del tiempo y la obsesión.

martes, 12 de octubre de 2010

SUEÑO

SUEÑO
Intangible la noche se despliega.
La tarde naranja
y cada murmullo de luz, comenzaron a ceder.
Entonces
un tacto desciende en mis parpados.
Sin embargo
no quiere que yo abra los ojos,
enraíza a lo más hondo de mis epitelios
gestando imágenes y suspiros.
Siento en mi caleidoscopios,
ángulos, palabras y tiempo.
Poco entiendo de este lenguaje
aunque sea yo su traductor
a estas limitadas líneas.
¿Cómo explicar este dulce fervor
de transgredir la realidad infinitamente?



***de rapidin, porque no, un petit poem. por ahora la base de operaciones sigue tomada, no sabemos hasta cuando recuperemos nuestra posicion orginal :s

domingo, 1 de agosto de 2010

DOS: BAR+WHISKEY+BLUES=DECISION




ººaqui, volumen 2

ººPara potenciar la concentracion plàsmatica de este entrada puede:

a)Sirvase de leer con un vaso de whiskey, de preferencia, o cualquier otra bebida en su defecto.

b)Dele play a "whiskey in the jar" -metallica, o bien, "since i`ve been lovin you" -led zeppelin
c)invite a sus amiguitos, platiquen de todas aquellas incidencias hearthbreakers

d)termine hechando tequila y escuchando a jose alfredo jimenez






Pasadas las once de la noche, como siempre, Sadie salió de trabajar. Desde donde estaba se veía la playa y la luna refulgiendo sobre el inabarcable mar oscuro. Comenzó a caminar por las calles casi vacías, ya pocos autos transitaban. Después de una breve caminata llegó a un edificio de mal aspecto.
En la entrada había basura amontonada y dormía un perro. Las luces de algunos departamentos aún estaban encendidas, incluyendo las de aquél del último piso. Contempló el interior, puso las manos sobre los barrotes de la reja metálica, el óxido y el salitre le eran familiares en las palmas.
No puedo, no debo. Pensó.
Pero sí entró. Comenzó a subir. De las agrietadas paredes la pintura se resquebrajaba y algunas prendas colgaban del barandal de las escaleras.
Llegó al último departamento. Antes de tocar escuchó voces y risas en el interior, un hombre y una mujer se divertían, no era la primera vez que se encontraba con esa situación. Se quedó unos momentos parada frente a la puerta pensando que hacer. Decidió mejor irse de ahí. Del edificio fue a una calle donde había un bar. El hombre que cuidaba la entrada la miró y la saludó con un gesto. Adentro buscaba a alguien, una mujer se le acercó tocándola por la espalda, era Aura, su amiga que trabajaba ahí.
-Pensé que no vendrías –Dijo Aura abrazándola.
-Sí, pero es que pasé antes al departamento.
-¿Y luego?
-Nada, ya sabes qué.
-Mira, te doy mesa, en cuanto esté más vacío platicamos. ¿Quieres lo de siempre, no? –Dijo Aura.
-Sí, está bien, gracias –Contestó Sadie.
Había una ventana junto a la mesa de ella, el exterior regalaba una postal nostálgica: luces tenues, calles intrincadas y al fondo, en el horizonte, el mismo mar insondable que parecía unirse al cielo. Aura le llevó a Sadie whiskey y un cigarro.
-Regreso. De todos modos hoy no se llena mucho.
-No hay problema. No sé si mañana también podríamos vernos, no me quedaré tan tarde, estoy cansada –Contestó Sadie encendiendo el cigarro.
-Sería mejor así, te ves mal.
-Ya me acostumbré –Contestó Sadie exhalando humo.
-No creo, pero regreso. Piénsalo bien. –Dijo Aura yéndose para atender a otros clientes.
Sadie contemplaba por la ventana mientras fumaba y bebía. Colgó su pesada bolsa en la silla. "Por fin podre liberarme de esta carga" Pensó. Y de ella sacó hojas de papel, un sobre con una dirección, destapó una pluma y escribió:


Roberto
Estoy en el bar donde trabaja una amiga. Fumo. Desde que te conozco lo hago sin parar, y como el humo, mis pensamientos son difusos, asimétricos, frágiles. Se disuelven en la atmosfera viciada de este bar. El whiskey se dispersa en mi boca, me encanta, parece un consuelo.
Me siento aturdida. Trabajo de siete de la mañana a once de la noche. Siento que es como arrastrarse. Lo sabes bien, muchas veces saliendo iba a verte, era lo que más esperaba después de trabajar. Aún lloviendo, tarde, o sin mucho dinero, quería estar contigo, saberte de mí. ¿Qué cosas no?, siempre he sido muy ingenua, la mejor de las que hay, hice lo que pude porque te amé, cuánto te amé, querido, cómo te amé, pero desde que lo estuve haciendo fui perdiendo la razón”…


Interrumpió la escritura, dio un trago al whiskey. Aura llegó.
-¿Qué tal está? –Le preguntó.
-Buenísimo, me acabaría una botella.
-¿De verdad? ¡A que si te la traigo! –Contestó Aura haciendo que iba.
-No, no es para tanto. Aunque si me gustaría, deja pensarlo.
-¿Qué no es para tanto? ¿Qué esté bueno el whiskey o que así te traiga ese imbécil?
-Cálmate, eso no tiene nada que ver, ni me acordaba. Estoy bien –Dijo Sadie.
-Bueno, nada más preguntaba. Pero tenemos que hablar. ¿Qué tanto escribes, eh?
-Oh, nada; cosas del trabajo.
-¿Cosas del trabajo? No harías eso aquí –Respondió Aura tratando de leer.
-Sí, pero es algo urgente que tengo que entregar pronto –Dijo Sadie cubriendo la hoja con el antebrazo, para que Aura, quien era llamada por unos clientes, no la leyera.
-Vuelvo, deja de hacer eso. ¿Para qué trabajar aquí?
Sadie continuó.


…”Así como lo lees, fui perdiendo la razón. Al principio era perfecto. Te lo agradezco, fingiste muy bien quererme, como buen actor, parecía que yo te importaba. El tiempo pasó y fuiste sacando quien en verdad eres. Borracheras, adicciones que no te conocía, que si te ibas con alguien pretextando no estar sobrio, y para complementar, yo aceptándolo. Por eso digo que a veces fui muy ingenua. Tantas veces supe que te ibas con otras, diciendo “que eran buenos conocidos”. “Si me porto así es porque tú me lo permites”, respondiste cuando alguna vez te reclamé diciéndote que eras el amor de mi vida, que estúpida, rectifico ahora; el cínico de mi vida.

Ahora que he tomado este tono, no sé que más escribirte. ¿Qué te odio?; te odio, ¿qué me siento rota, triste y desolada?; no es difícil concluirlo, ¿qué escribirte esto es darte mucha importancia?; tal vez sí, pero lo hago para sacar lo que se está pudriendo en mí de ti.”…
El cigarro se había terminado, Sadie lo dejó en el cenicero. Los ojos le ardían, sentía que no podría terminar la escritura.
-¿Todo bien? –Preguntó Aura sentándose en la misma mesa.
-¿Si, porque? –Respondió Sadie.
-Tienes los ojos muy rojos, parece que quieres llorar.
-No los tengo así, ya te dije que estoy bien.
-Si los tienes, quieres llorar.
-¿Bueno y a ti qué te pasa?, ya te expliqué que estoy cansada. ¿Cómo se supone que debo verme después de trabajar de siete a once?, ¿eh?, dime. Después no dormir bien y vivir como vivo –Dijo Sadie haciendo a un lado las hojas y mirando fijamente a Aura.
-Perdóname, ¿no? Lo pregunto porque eres mi amiga, en verdad te veo extraña. Sólo me preocupas; pero mira, dime si quieres que me vaya para no interrumpirte más y tampoco pelear por insignificancias.
-Sí, Aura… eres mi amiga, y también haría lo mismo. ¡Pero compréndeme!… y perdóname, no sé qué tanto estoy diciendo, tú no tienes la culpa.
-Claro que te entiendo. Mejor deberías irte a descansar ya.
-Lo sé, gracias por preocuparte. Qué bueno ha sido tenerte Aura.
-No hay de que agradecer. Si de verdad algo te inquieta, cuéntamelo. Tómate tu tiempo, no hagas locuras desquitándote con otros.
-Tienes razón, lo siento. Prometo no hacer nada –Dijo Sadie.
-Eso espero, te conozco. No se te vaya a ocurrir salir de acá medio borracha e irte por ahí a hacer quién sabe qué.
Ambas rieron un poco.
-Nada de eso, lo juro. Tráeme otro cigarro, por favor –Dijo Sadie.
-Está bien, ahora regreso. Y guarda tu “trabajo”, me das pena –Contestó Aura riendo.


…“Haciendo punto y aparte, sabes de mi melomanía. Aquí empezaron a tocar un blues exquisito que conozco a la perfección. Tiene un órgano adorable. Desde las seis tensas cuerdas, el guitarrista teje un gran solo, y el vocalista, agudamente doloroso, conduce la canción con un sentimiento nítido. Va tan bien para este instante, tiene unas líneas que dicen: “Since I’ve been loving you, I’m about to lose my worried mind”; ¿coincidencia? Se me ocurre que esta pieza podría conformar la última canción para el soundtrack de una vida. Ha dolido escribir estas líneas, dolerá aún más en el siguiente párrafo. Pero tengo que asumir este dolor, mientras duela, dolerá; ¿si no soy yo quien lo viva, entonces quién?, ¿si no es ahora, cuándo?, ¿si no es de esta manera, cómo?”…

Aura le llevó el segundo cigarro.
-Vas rápido –Le dijo.
-Pero ni siquiera llevo la mitad del vaso.
-Del whiskey no, me refiero a que escribes rápido –Dijo Aura contemplando la caligrafía.
-Ah, sí; bueno, no. Todavía no acabo.
-¿Si?, ¿no?, ¿todavía no acabas? Deja eso. ¿Es necesario hacerlo aquí?
-Solo estoy comenzándolo –Respondió Sadie.
-¿Nada más comenzándolo? Si llevas bastante. Además, nadie que tenga “un trabajo tan importante”, lo haría en un bar. ¿Qué tienes? –Dijo Aura.
-Nada; nada… Bueno, es que también se me han juntado varias cosas más, eso es todo.
-Sadie, no te presiones.
-Es tan fácil decir eso.
-¿Entonces qué quieres que te diga?, es un consejo solamente. Quiero que estés lo mejor posible aun en tu situación.
Sadie colocó sus manos y cabeza sobre la mesa. Se frotó los ojos, suspiró.
-En eso tienes razón, para qué estar así de más. No sé, en verdad no sé –Dijo Sadie.
-Tranquila, lo que sea te escucho. Espera, casi termina mi turno. Aunque sería mejor que te fueras a descansar. ¿Qué puede ser tan grave?
Sadie encendió el segundo cigarro, inspiró profundamente, expulsó el humo por la nariz.
-Sí, tal vez ya debería irme.
-Con más calma luego me contarás todo. En seguida regreso, pero si te vas antes, solo búscame –Dijo Aura levantándose.
Sadie dio un pequeño sorbo al whiskey antes de continuar.


…”De aquí en adelante es el final, me largo. Hace un rato fui a tu departamento, quería decírtelo de frente pero estabas con alguien. No quise interrumpir o averiguar tu compañía. Te diría algunas cosas aparte de que me harté de tus engaños, cinismos, abusos, excusas; de lo que hablabas de mí, de si yo era la “otra” y las otras “en serio”; me cansé hasta de mí, de los pensamientos que he tenido y odiado cada minuto. Me siento como una rata que ha corrido desesperada muchas veces el mismo laberinto, y ahora; agazapada, herida, exangüe y temblorosa, espera en un rincón estrecho las zarpas del depredador que la ha acechado, lo que significa para mí, el miedo, la soledad y lo desconocido. Aún debo decirte lo más importante. Hace unos días me confirmaron ser VIH positiva, me jodiste la vida, miserable cabron. Me explicaron que el síndrome nos aparecerá lentamente, en algún tiempo no lo notarás. Adelgazarás, tendrás cáncer de piel, enfermaremos seguido escupiendo sangre, flemas y arrepentimiento; hasta que una simple gripa te mate (o nos mate). Además, antes no te conté sobre las infecciones menores que me contagiaste de por cuanta puta te cogiste. ¿Qué harás?; no me importa. Y lo último, espera; estoy embarazada. Me despido. No sé si esta decisión es consecuencia de la insania que he vivido últimamente, o viceversa; si la he tomado en un breve y brillante intervalo de lucidez a lo largo del naufragio de mi razón. ”

Sadie terminó lo que restaba del whiskey con un solo trago, depositó la carta en el sobre, y ya cuando el blues había finalizado; de su bolsa sacó un revólver que encañonó sobre su sien derecha.

miércoles, 28 de julio de 2010

I: EL ROSARIO


ººaqui el chapter wan.
ººadvertencia, no trate de reproducir lo de "olvidarse de dejar la ventana abierta" puede ocurrir lo siguiente:
a)que los vean unos albañiles desde el exterior
b)entre al cuarto algun insecto despreciable
c)que los agarre un mal aire
d)que les de un calambre
e)todas las anteriores juntas+ que se escuche desde la calle algo como: "empanadas de atun-empanadas jawainana-empanadas de crema ò se compra fierro viejo" etc
***Contenido neto en procesador de teZtos: cuatro hojas a reglon y medio
ºººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº



La habitación es amplia. Hay una cama, dos cómodas al lado y un espejo en frente. La oscuridad se insinúa en ciertos rincones del cuarto iluminado apenas por la luz de una lámpara que se filtra a través de la ventana. A través de ésta, puede verse una calle solitaria con casas cuyos tejados se aproximan entre sí y árboles nudosos que han perdido casi todo el follaje de sus liosas ramas. La hojarasca es un alfombrado que al soplar del viento se dispersa crujiendo. La luz de la luna se refleja en los azulejos y vidrios de las casas, sobre los tejados, los gatos andan sigilosos.
Un delicado cortinaje blanco enmarca la amplia ventana. Entre sus pliegues se distinguen a contraluz dos siluetas, dos murmullos distintos. Se oye la cadencia de los besos más el roce de las ropas con la cortina.
Un poco más alta, Estela abraza a Sadie por la cintura, Sadie ríe y se prende a su cuello, alrededor de las dos, lo único es la suavidad blanca de la cortina. Jugando envueltas, el cabello de ambas se une en un solo cauce para desembocar en el rostro y cuello de la otra.
-¡Ya!, ¡ya!, ¡ya! Nos pueden ver –Dice Sadie entre risas como respuesta a los besos de Estela.
-¡¿Quién nos va a ver?! Si bien que te gusta. Afuera solo hay gatos –Responde Estela.
-¡Pues los gatos! ¿O la luna?
-¡Tú estás loca! –Contesta Estela.
Salen de su escondite, en el cristal se empieza a condensar algo de rocío. La piel de ambas contrasta en la noche: la de Sadie, clara, parece brillar contrastada con la oscuridad de Estela. En el cielo algunas estrellas se pueden distinguir. Abren la ventana para contemplar el celaje nocturno. Una leve corriente de aire sopla. Estela vuelve a abrazar a Sadie.
-¿Te digo algo Estela?
-Dímelo.
-A veces pienso que tu piel es como el cielo, o que el cielo es como tu piel, no lo sé, algo así –Dice Sadie acariciando los brazos de Estela estrechándola.
-¿Eh?, ¿cómo?, no entiendo.
-Sí, porque tus lunares me parecen estrellas, y por que el color de tu piel, es como un cielo de noche –Responde Sadie,- tienes la piel de cielo.
-¡Ah! No lo imaginaba, no sabía que eres astrónoma.
-Tal vez solo de ti –Responde Sadie tocando con un dedo los lunares de Estela en sus manos, cuello y mejillas,- …si, ahora lo soy por ti –Añade besándola.
-Pues sabes que en mí hay más constelaciones, otras aún más secretas e intrincadas. Todas son para que las indagues como quieras.
Comienzan a extender el ímpetu de sus anatomías. Se aferran a cada una como si naufragaran. Recorren con el tacto, la vista y el aliento sus relieves teniendo por brújula el deseo. De a poco, la ropa es un capullo que se rompe dejando esculpidas dos estatuas: Sadie en marfil, Estela de ébano tallada. Ya con sus torsos aproximando la simetría, Sadie descubre algo que la seduce: del cuello de Estela pende un rosario, cada perla nacarada y ligeramente translúcida, contrasta fulgurando sobre su piel morena. Desciende en una caída casi vertical, hasta que la cruz y últimas cuentas, son contenidas en la oquedad que forman sus senos. Sadie sonríe sobre su sonrisa, toca cada perla desde el cuello de Estela hasta besar la cruz y el alcázar que la resguarda.
-Que bello rosario –Dice Sadie.
-¿Te gusta? –Pregunta Estela.
-Se te ve perfecto.
-Te lo regalo como un recuerdo, pero debes prometerme algo –Dice Estela.
-¡¿De verdad?! Sería estupendo, pero creo que no luciría tan bien en mí como en ti –Responde Sadie.
-Sí te quedará, de verdad te lo regalo, para que reces por mí un rosario después de que me vaya.
Sadie enmudece un momento.
-No quisiera que te vayas.
-Acéptalo… Qué bien se te ve –Dice Estela colgándole el rosario y llevándole la cruz a los labios.



Se amaron hasta el cansancio, anularon lo circundante, lo ajeno a su entrega mutua. Estela hirió de besos el cuerpo de Sadie sin dejar el mínimo pliegue sin acometer. Le abrazaba, ceñía con sus dedos cada ángulo y eje, zurcía las uñas en su espalda recorriendo la extensión de la columna hasta el declive que forma el sacro con la última lumbar. Sitiaba su cadera, ascendía su cuello; también la sometía entre sus piernas, sonreían, respiraban profusamente, cerraban los ojos en instantes que parecían eternos.
Sadie amó más que nunca a Estela. Quería guardar de ella hasta la mínima transpiración contenida en los poros.
Al final, ya muy tarde, esperaban serenas rendirse al sueño.
Sadie suspiró.
-¿Por qué suspiras? –Preguntó Estela.
-Por tu culpa.
-Te amo –Solo dijo Estela.
-Espero que me extrañes, que no te olvides tan rápido de mí antes de estar con otra.
-Claro que te extrañaré –Respondió Estela besándola en la frente,- tranquila.
-¿Me lo prometes?
-Prometido.
-…¿Estela?
-Dime Sadie.
-¿Pensarás en mi cada que puedas?
En ese momento comenzó a llover.
-Sí, lo haré cada que pueda, muy seguido.
Sadie poco a poco fue durmiéndose. Con cada gota que escuchaba caer, sentía a Estela diluirse lentamente.

Amaneció, el día no era claro. La habitación parecía más quieta que nuca. Un ruido acompasado, lento, proveniente del exterior, inundaba la pieza. La ventana se había quedado ligeramente abierta, parte de las cortinas se había humedecido. Sadie se incorporó para cerrar la ventana. Había nevado y ahora caía una especie de aguanieve. Afuera, en los tejados amontonados, resaltaba la blancura. En las ramas tortuosas de los árboles la nieve se acumulaba y caía. Todo estaba inundado de silencio. La calle era más solitaria que nunca. No se podía ver más allá de cierta distancia debido a una neblina, las casas y los troncos oscuros de los árboles apenas eran visibles.
Sadie cerró la ventana y corrió la cortina. La habitación se hizo más turbia. Se paró frente al espejo, sentía el frío adosarse a su piel desnuda. En el reflejo contemplaba el rosario albergado entre sus senos, las cuentas parecían más opacas, tenían casi el tono de un cielo nublado. En una parte de la superficie se reflejaba Estela en el lecho, inerme y pálida, con un mechón de cabello cayéndole sobre su inexpresivo rostro.


martes, 27 de julio de 2010

L0s Rest0s de un Naufragi0

Ladies and gentlemen........sorry about that.

Perdonen, damas y caballeros, la ausencia tan prolongada de este su Estatuario Soleado A.C de S.V. Tuvimos algunos problemas tecnicos: la base de operaciones se encontraba tomada, pero tras unos meses de sitio, logramos recuperarla y ahora nuestra bandera ondea nuevamente. Gracias.
Antes de otra cosa, le damos la bienvenida al nuevo lector de ES.

A lo que vamos. ¿no ha sentido alguna vez a usted, estimado lector, que todo lo que hace le:
a)sale mal irremisiblemente?
b)le llueve sobre mojado?
c)siente que dios lo odia?
d)a pesar de ingentes esfuerzos para determinades situaciones X, las cosas no salen como deberia salir?
e)todo lo anterior mas casos extraordinarios?

Pues bien, para eso esta entrada està diseñanda. A partir de aqui, se expondran los restos de un naufragio que consitira en 3 volumenes: 1.-Un rosario 2.-Segunda oportunidad 3.- Desicion blues y whiskey en un bar. C/u anteriormente expuesto, pero ahora con mejor pintura, hojalateria, revestido, diseño, +aerodimico-biodegradable-etc................algo de lo rescatable del naufragio.

"nos queda el presente, que ya es suficiente, y no nos debe faltar" -Bunbury, tio!





viernes, 28 de mayo de 2010

PARA ESTAS TARDES DE LLUVIA



ºººpara estos dias de lluvia. tardes en que llueve, en que no llueve, medio llueve. etc

ººº consta de dos bloques la cosa, tengale paciencia, no hay comerciales (...)

















SIETE TREINTA Y DOS PM

Cielo prodigioso
violeta gris / rosa pardo;
su ambiguo reflejo bruñendo
la pasiva superficie de los muros.
¿Qué dice la tarde?
su lenguaje es la lluvia dueña de este barrio,
me convence para amarla.
La adoro en las baldosas viejas
bajo el follaje alicaído por las gotas
desde las infinitas escalas en su horizonte
hasta cada fineza
que da la percepción de los sentidos.
La tarde es inabarcable,
para mi,
para la pluma,
aún más para el poeta;
quien osa a frágiles trazos
descomponer la eternidad de su beldad
en un efímero bosquejo de palabras.



IMAGINARTE ACA

Imaginarte acá,
quieta en la lluvia,
soñándote sílfide entre la vegetación mojada.
Donde el agua circundante
matizara tu piel
o formara súbitas cascadas
descendiendo las curvas de tu cabello.

Imaginarte acá
en medio de la lluvia.
Asomándose tu mirada
por la rendija de mi pensamiento.
¿Qué escribirte?
¿Cómo enmarcarte en la nostalgia?

Imaginarte acá,
en esta gris tarde.
Desearte junto a mí
constituye el delirio
de contemplación, añoranza y tinta
en las ondas expansivas del agua
donde tu reflejo ausente busco.

sábado, 15 de mayo de 2010

SABE A

Escribir sabe a no salir en vacaciones. A quedarse en chez moi puliendo los borradores, con mas ganas que verdadera tecnica. Sabe a levantarse en la madrugada para estudiar lo de la escuela y dedicarle la tarde al oficio. Sabe a incertidumbre, a deleite/sufrimiento. A preguntarse miles de veces para que uno se encuentra haciendo eso, enclaustrado, con dolor de espalda, de cuello, y de corazon. Sabe a, como dijo boukowsy, sin cojer, sin cerveza, sin esperanza. Pero muy amenudo, y a pesar de todos los pesares, tambien sabe a ser feliz.

domingo, 18 de abril de 2010

ESTELA

a la estela de estela, o a la estela de estela, o a la estela de estela, o a la estela de la estela de la estela. Chale.
ººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº


E S T E L A

Pensarte unas lineas,
aunque no las escuches
ni las preveas siquiera.
Pensarte una escritura,
suave,
lejana,
ahora que puedo,
ahora que mi pluma da,
bauscando tu piel en la caligrafia.
Pensarte en la estela
del olvido donde te disuelvo
y escribir a trazos resignados
tu ausencia y memoria
en las cortezas de la nostalgia.
¿Donde tiene tu amor su morada?
¿en la estela de tu cabello?
¿por los margenes de tu cintura?
¿o tras los laberintos de tus silencios?
Recreo tus estelas distintas
que capturadas han quedado
entre nuestras pàginas dispersas,
sobre mis ojos cegados de ti,
y en añorar el tacto fugaz
del naufragio de tus labios,
allende las arterias de este sueño.

jueves, 1 de abril de 2010

AUSENCIA

à vouz....


Amarte en el atardecer que muere,
lejano, carmín,
de tu ausencia enmarcado.
Amarte en espacios de soledad
y cortezas de tiempo,
añorar el batir de tus alas
donde allende el infinito sentí.
Amar en ti innumerables rumbos,
todos a mis raíces ajenos,
e inferir, desear,
que te pude caminar descalzo y amándote.
Amar tu ausencia en la noche omnìvaga,
en la que por un pedazo de cielo,
vértice de estrella,
o rebanada de aire,
pudiera injertar en tu oído
estas líneas exangües,
muertas, transidas;
hechas de tu ausencia en que tanto te quiero.

domingo, 28 de marzo de 2010

CUANDO LA NOCHE

ºººpequeño poema. Disfrute de esta pequeña entrega, se puede complementar con lo que usted guste: papas y refresco, mayonesa y cilantro, o con papà y mamà.
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CUANDO LA NOCHE


Cuando la noche alcanza
las techumbres de mi razón
deja caer su ignota sombra
de la soledad el cortinaje,
y ahí en oscuras grietas
las arañas y las ratas
son testigos indiferentes
de este errar ciego y doloroso
donde aún mi voz
pierdo entre sombras y polvo.

Cuando la noche se desdobla
los cuervos esperan en los árboles torcidos
a que expire desangrado en la cruz del tiempo
para extirpar de sus cavidades
mis ojos que no enmarcaron certidumbre.

Cuando la noche extiende sus alas,
quito el velo a un espejo
y oscuras lágrimas siento correr en la superficie;
-no soy yo- me digo –no soy yo…
pero “eres tú” responde el límpido reflejo.

domingo, 7 de marzo de 2010

NUMERO TRECE: VAPOR

ººsi asi es, todo lo que empieza tiene que acabar, con la 13º acaba hoy el ciclo de 13 ALEATORIOS INTRINSECOS/EXTRINSECOS MOMENTOS SOBRE SADIE, a todos los que se hayan tomado la molestia de leer 13 vcs o las que fueran, gracias. La crex de ES agradece enormemente.
T H E S H O W M U S T G O O F F
C'EST FINÌ, MERCY BIEN POUR VOTRE VISITE
** a modo de compilacion, en orden decreciente podra usted encontrar estos 13 aleatorios momentos. Hasta la proxima.
XIII: VAPOR
En el espejo el vapor se condensa. Sadie siente el agua tibia sobre sus relieves descendiéndola, haciendo charcos previsibles en sus recesos. Con una mano desempaña el espejo, ve sus ojos claros, su cabello largo y los lunares en su rostro. No es necesario que su voz le diga que es ella porque la mayoría de las veces sus pensamientos se lo han confirmado así.
Soy yo Piensa. Omitiendo modestias, sabe que es bonita.
¿Será que mis pensamientos hacen que sea yo?
¿Ò yo hago a mis pensamientos?
Suspira. La cartografía intrínseca siempre será cambiante, siembre habrán nuevas geografías por descubrir. El vapor vuelve a empañar el espejo.

XII. TU CUELLO
La escenografía era ideal: una calle nada transitada y un edificio de numerosos cristales, todo era favorable para ejecutar la obra de un solo acto. La chica empuñaba una navaja, en su reflejo no decidía donde hacer el corte en su cuello. Extrañamente Sadie pasaba por ahí, intuyó la trama y se acercó al escenario.
-Querida, no hagas eso.
-¿Y por qué no? –Volteó la protagonista. Sadie se aproximó más y le acarició el largo cabello descubriendo su cuello.
-Mira tu cuello, tiene lunares y es hermoso, ¿no sería una pena perderlo?
La chica tiró la navaja, abatida abrazó llorando a Sadie.
-Siempre hay esperanza –Le dijo Sadie estrechándola cariñosamente.
-¿Tú crees?
-Sí, aunque tal vez no lo parezca, no vuelvas a pensar en esto por favor –Dijo Sadie levantando la navaja y a punto de irse.
-Oye… -Dijo tímida la chica antes de que Sadie se marchara, su llanto pareció borrarse un instante.
-Dime.
-Creo que me gustas.

XI. LA PLAYA DEL SILENCIO.
Olvidar a alguien es un deber (voluntario, ante todo) arduo, y más en un lugar como la playa, porque el mar parece devolver de sus profundidades cada instante y promesa, o bien; ahogar en el dolor que se quisiera anestesiar.
Con una luz mortecina, Sadie estaba en la playa cursando las anteriores sensaciones, en sus pupilas se desplegaban las percepciones que cautivaron su alma: la fragilidad del tiempo, la intriga de los sueños, el curso de sus sentimientos; acaso el humo de algún beso disolviéndose al viento.
La marea crecía, Sadie sentía como se hundían sus pies en la arena, al igual que su mente naufragaba en un mar de nostalgias y desvaríos. Se hacía tarde, Sadie se marchó de aquel lugar, en la arena, aún se ve la senda de sus huellas dirigiéndose al relego, abandonando aquella playa del silencio.

X. PREVENIR ESAS TRAGEDIAS.
La lluvia es persistente. Desde caserones antiguos de techumbres herrumbrosas, caen chorros de agua que en la acera forman riachuelos y ciénagas imprevistas. En un edificio hay una puerta negra abierta, el interior es profundo y lóbrego, escasamente iluminado, y no hay nadie cuidando esa entrada. En frente, Sadie se ha quedado en una tienda a causa del clima, entre la mujer que atiende y ella se erige un silencio que no es necesario romper; el repiqueteo incesante de las gotas llena la ausencia de palabras. No obstante, la mujer se decide a cambiar la cómoda afonía.
-¿Sabe algo? –Le dice a Sadie.
-Dígame.
-¿Ve el edificio de la puerta abierta?
-Sí, ¿que tiene? –Responde Sadie. En ese momento ven a una muchacha llegar a él, cautelosa inspecciona el interior, y algo indecisa, entre finalmente.
-Es una clínica de abortos.
-No lo sabía, ni lo hubiera pensado –Dice Sadie, queriendo descifrar el enigma en la espesa penumbra.
-Sí, luego vienen aquí a preguntar la dirección, ¿no tiene aspecto de serlo, verdad?
-No, se ve tan abandonado.
La lluvia sigue cayendo, pasan los autos salpicando las viejas paredes de las casas y en las banquetas la inmundicia se amontona.
-Deberíamos prevenir esas tragedias, pero no sé cómo –Añade la mujer luego de suspirar.
-¿Denunciando? ¿Tal vez permitiéndolo?; así no habrían tantas muertes por las condiciones ilegales e insalubres, ¿no cree?
-No lo sé; ¿y sabe otra cosa?...
-Le escucho.
-Yo aborté.
Sadie voltea a verla, toma segundos en responder.
-Me apena no saber que decirle.
-No diga nada. Fue horrible, desde que lo hice tengo una pesadilla recurrente: sueño que vuelvo a estar embarazada, y alguien me dice, tal vez Dios, que es una segunda oportunidad. Cuando me llega la hora de parir, expulso una extraña masa amarillenta; de nuevo ese alguien me dice que de esa materia tengo que moldear unos gemelos, y que me los podré quedar a condición de que estén en iguales proporciones, pero solo tengo toda la noche para hacerlo. Desesperada empiezo, trato de moldear bien los gemelos, pero sus cuerpos me queda siempre disparejos. Al amanecer, esa masa se pudre entre mis manos oliendo horriblemente y produciendo larvas, al tiempo que escucho llantos de niños sufriendo.
Sadie la mira fijamente.
-¿Y no ha buscado ayuda?
-Sí, hoy con usted es la primera vez desde hace veinte años. Y por cierto, yo conozco al dueño de esa clínica, cuando necesite…
-Gracias.
Una primera lágrima desciende por los demacrados surcos del rostro de la mujer; el agua corre uniforme por los escaparates de esa tienda.

IX. NUNCA FUI CREYENTE.
-Ave María purísima –Se escucha la voz decrépita de un sacerdote.
-Sin pecado concebida –Responde el alma errante en turno.
Lóbrega, fría y amplia, en la nave de la iglesia se escuchan débiles pasos, ecos y cuchicheos. La escasa iluminación permite que las sombras sean casi perpetuas. Pocas personas esperan la confesión, en la fila una mujer llora junto a Sadie, y ella le ofrece un pañuelo.
-Gracias –Acepta la mujer secándose las lágrimas.
-De que –Responde Sadie dándole otro.
-Con lo que traigo me acabaré sus pañuelos.
-No se preocupe, para eso son.
-Le agradezco, ya ve, es el peso de todo.
-Entiendo, debe ser algo grave. Tómelo como un desahogo, una preparación, o lo que sea que le ayude.
La mujer cubre su rostro ente las manos, se controla un poco y dice:
-Yo no estoy bautizada, nunca fui creyente. Nací en un hogar jodido, a los nueve años mi padrastro comenzó a prostituirme, a los catorce tuve a mi primer hijo y seguí prostituyéndome porque no supe de otra forma para sobrevivir. Cuando se es niña una quiere jugar con muñecas y no con penes, se quiere estar con otros niños y no en cuartos con malditos bastardos que te violan.
Sadie toma unos segundos antes de contestarle fijando su mirada en una pintura de la crucifixión.
-Diga lo que le diga, no le aliviaría todo ese dolor, yo no sé que hubiera hecho en su lugar. No sé cómo pueda ayudarla. Me impresiona lo que acaba de contarme.
-Está bien. No entiendo, en verdad no entiendo. Vine a que me expliquen porque pasan estas cosas. ¿Qué puedo esperar de la vida, de mí, o de la demás personas? ¿Por qué la gente es cómo es? ¿Cuál es el fin de todo?
Sadie alzó los hombros.
-No lo sé, también me lo he preguntado. Dicen aquí que por lo del libre albedrío, ¿no?
-Sí, eso del libre albedrío que nos permitió Dios; es tan fácil ser Dios…
-Así es… y tan complejo es ser esto que somos –Dijo Sadie necesitando tomar la mano de aquella mujer.

VIII. FELL VICTIM.
It was twilight; the night was starting to spread her mysterious winds. Sadie was hugging him tight, until feels his rhythmic breath.
-I think I’m a fell victim –Sadie said.
-A fell victim? And from whom? –He answered.
-From you darling, from your love… -Sadie immediately kissed him.
-…and I don’t want to revive from this death –She added after unstuck her red lips.


VI. SATIN
Atrás de la cortina de satín estaba el cuarto, y de él, emergía una extraña luminiscencia. Sadie no podía perder esa oportunidad, ella había sido elegida. Si entraba, sabría la verdad absoluta sobre todas las cosas en todas las existencias, conocería la causa de todo, poseería las consecuciones y explicaciones de todo lo que es y no es, y lo mejor; por primera vez enfrentaría su realidad sin dudas o temores. Y entró.
Al día siguiente despertó en casa. La luz del sol, saberse viva, cada cosa que pudiera percibir y concebir en ese instante era inabarcable. Se arregló para salir.
Viajaba en autobús, las personas escuchaban ensimismadas las noticias que transmitían por radio. Un hombre mayor iba al lado de ella, parecía que cada cosa que decían en el noticiero le afectaba; meneaba la cabeza o hacia un gesto, de pronto le dijo a Sadie:
-¿Sabe algo señorita? No pude ser que estemos viviendo esta situación. Las guerras, el poder, la contaminación, ¡tantas cosas!... se supone que esta es una época de avances, ¿no?. En 71 años he esperado que las cosas mejoren, pero parece que vamos para atrás. No sé, espero en Dios, el tiempo, o en lo que sea, pues que todo mejore, ¡imagínese!, ¿qué le dejaremos a las generaciones que vengan?
Sadie lo escuchó atenta, por su mente pasaban tantas y tantas cosas, sintió compasión de él y de si misma, no sabía si responderle la verdad; lo miró profundamente, como nunca antes a nadie había mirado…

V. LECHO DE MUERTE
La percepción era inequívoca, fría, súbita, idea inconcebible y esperada a la vez. No importaba que hiciera Sadie: cocinara, viajara en autobús o cantara; muy a menudo, el pensamiento sobre su muerte la asaltaba. No parecía real, no le parecía que solo la muerte fuera el término de nacer o vivir. Ese pensamiento de saberse algún día en un lecho de muerte era terrible, mejor seguía cocinando, viajando en autobús o cantando; que algún día ya llegaría.

IV. MISERICORDIA
En medio de las sombras y el polvo, y ante una serie de esparcidas hojas que yacían a sus pies, Sadie maldijo todas las líneas escritas y los significados arbitrarios de las palabras, pero también entendió que todo aquello significaba ser ella y era igualmente una bendición. Arrodillándose, sin importar la penumbra y la escasa esperanza, se dispuso a ordenar los textos mientras pedía misericordia por la dualidad de sus sentimientos, al tiempo que también agradecía poseerlos.

III. ARDER
Como en cualquier noche mágica de tibio sueñosismo, como cualquiera de las veces en que nos hemos enamorado; Sadie cursaba ese nítido sentimiento: la ilusión, la alegría, la catarsis…E imaginaba pasear con él, asiendo su mano, siendo estrechada entre sus brazos. Ardía al verlo a los ojos, al darle los buenos días, o al menor roce imprevisto de pieles. Deseaba que estuvieran juntos, que envejecieran así, imaginaba toda una vida con él y cada vicisitud. Ardía al desear los íntimos instantes, que la desvistiera, asediara sus caderas, y capitular el sitio entre sus piernas abiertas. Pero no, no será así, y nunca lo sería; porque Sadie sabe que él prefiere la simetría, que el encuentra en otro organismo parecido, lo que ella jamás sería. La noche entonces, se vuelve fría, abstracta; en exceso incomprensible.



II. EL VENENO
En aquel indefinible segundo, con la mano yerta empuñando la pluma y enfrentando la hoja vacía, Sadie no sabía que ingería voluntariamente el veneno; y ese veneno, fue comenzar a sufrir las palabras. De a poco, de a lento, se iba intoxicando de los trazos dictados por su corazón, y tras haber ingresado a ese laberinto de incipientes líneas, supo que sería difícil regresar; acaso imposible.


I: TIEMPO PERDIDO
Sin imaginar que contenía la gastada caja metálica, Sadie encontró adentro fotografías, cartas, reminiscencias, otoños, y otras menudencias de amigos que ella tuvo. Todo aquello parecía tiempo perdido, no pensaba en volver a encontrar aquellas cosas, y en el reverso de una lejana postal, escribió:
“¿Qué hacer con estas cartas? Guardadas en una ruinosa caja, poco a poco se tornan amarillas. En sus lisas superficies figuran instantes, promesas y premisas; palabras ya inertes. Releyéndolas, han perdido su significado entre la hojarasca y el olvido. En el inevitable curso de los años se agrietarán y volverán polvo, entonces; se perderán como ceniza en el cielo”
Cerró la caja, pero las fotografías, cartas, reminiscencias, otoños, y otras menudencias de amigos que ella tuvo; figuraron como la nostalgia de un instante imprevisto.

viernes, 5 de marzo de 2010

NUMERO DOCE: TU CUELLO

NUMERO DOCE: TU CUELLO

NUMBER TWELVE: YOUR NECK

ºººel final se acerca, està por concluir este ciclo, aqui la penultima produccion. Bon apetit!

++dejamos una rola del alk3


ººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº

NUMERO DOCE: TU CUELLO

La escenografía era ideal: una calle nada transitada y un edificio de numerosos cristales, todo era favorable para ejecutar la obra de un solo acto. La chica empuñaba una navaja, en su reflejo no decidía donde hacer el corte en su cuello. Extrañamente Sadie pasaba por ahí, intuyó la trama y se acercó al escenario.
-Querida, no hagas eso.
-¿Y por qué no? –Volteó la protagonista. Sadie se aproximó más y le acarició el largo cabello descubriendo su cuello.
-Mira tu cuello, tiene lunares y es hermoso, ¿no sería una pena perderlo?
La chica tiró la navaja, abatida abrazó llorando a Sadie.
-Siempre hay esperanza –Le dijo Sadie estrechándola cariñosamente.
-¿Tú crees?
-Sí, aunque tal vez no lo parezca, no vuelvas a pensar en esto por favor –Dijo Sadie levantando la navaja y a punto de irse.
-Oye… -Dijo tímida la chica antes de que Sadie se marchara, su llanto pareció borrarse un instante.
-Dime.
-Creo que me gustas.

sábado, 27 de febrero de 2010

NUMERO ONCE: LA PLAYA DEL SILENCIO



aqui la onceava. "caminen descalzos en la arena, para sentir el musgo infinito del silencio"

NUMERO ONCE: LA PLAYA DEL SILENCIO








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NUMERO ONCE: LA PLAYA DEL SILENCIO
Olvidar a alguien es un deber (voluntario, ante todo) arduo, y más en un lugar como la playa, porque el mar parece devolver de sus profundidades cada instante y promesa, o bien; ahogar en el dolor que se quisiera anestesiar.
Con una luz mortecina, Sadie estaba en la playa cursando las anteriores sensaciones, en sus pupilas se desplegaban las percepciones que cautivaron su alma: la fragilidad del tiempo, la intriga de los sueños, el curso de sus sentimientos; acaso el humo de algún beso disolviéndose al viento.
La marea crecía, Sadie sentía como se hundían sus pies en la arena, al igual que su mente naufragaba en un mar de nostalgias y desvaríos. Se hacía tarde, Sadie se marchó de aquel lugar, en la arena, aún se ve la senda de sus huellas dirigiéndose al relego, abandonando aquella playa del silencio.

domingo, 21 de febrero de 2010

NUMERO DIEZ: PREVENIR ESAS TRAGEDIAS

ººº....le dIxsieme....que cosas tan mas dificiles.....

NUMERO DIEZ: PREVENIR ESAS TRAGEDIAS
NUMBER TEN: TO PREVENT THESE TRAGEDIES
NUMERO DIX: je sais pas........jujuju ñ_ñ





que sera de nosotros??












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NUMERO DIEZ: PREVENIR ESAS TRAGEDIAS

La lluvia es persistente. Desde caserones antiguos de techumbres herrumbrosas, caen chorros de agua que en la acera forman riachuelos y ciénagas imprevistas. En un edificio hay una puerta negra abierta, el interior es profundo y lóbrego, escasamente iluminado, y no hay nadie cuidando esa entrada. En frente, Sadie se ha quedado en una tienda a causa del clima, entre la mujer que atiende y ella se erige un silencio que no es necesario romper; el repiqueteo incesante de las gotas llena la ausencia de palabras. No obstante, la mujer se decide a cambiar la cómoda afonía.
-¿Sabe algo? –Le dice a Sadie.
-Dígame.
-¿Ve el edificio de la puerta abierta?
-Sí, ¿que tiene? –Responde Sadie. En ese momento ven a una muchacha llegar a él, cautelosa inspecciona el interior, y algo indecisa, entre finalmente.
-Es una clínica de abortos.
-No lo sabía, ni lo hubiera pensado –Dice Sadie, queriendo descifrar el enigma en la espesa penumbra.
-Sí, luego vienen aquí a preguntar la dirección, ¿no tiene aspecto de serlo, verdad?
-No, se ve tan abandonado.
La lluvia sigue cayendo, pasan los autos salpicando las viejas paredes de las casas y en las banquetas la inmundicia se amontona.
-Deberíamos prevenir esas tragedias, pero no sé cómo –Añade la mujer luego de suspirar.
-¿Denunciando? ¿Tal vez permitiéndolo?; así no habrían tantas muertes por las condiciones ilegales e insalubres, ¿no cree?
-No lo sé; ¿y sabe otra cosa?...
-Le escucho.
-Yo aborté.
Sadie voltea a verla, toma segundos en responder.
-Me apena no saber que decirle.
-No diga nada. Fue horrible, desde que lo hice tengo una pesadilla recurrente: sueño que vuelvo a estar embarazada, y alguien me dice, tal vez Dios, que es una segunda oportunidad. Cuando me llega la hora de parir, expulso una extraña masa amarillenta; de nuevo ese alguien me dice que de esa materia tengo que moldear unos gemelos, y que me los podré quedar a condición de que estén en iguales proporciones, pero solo tengo toda la noche para hacerlo. Desesperada empiezo, trato de moldear bien los gemelos, pero sus cuerpos me queda siempre disparejos. Al amanecer, esa masa se pudre entre mis manos oliendo horriblemente y produciendo larvas, al tiempo que escucho llantos de niños sufriendo.
Sadie la mira fijamente.
-¿Y no ha buscado ayuda?
-Sí, hoy con usted es la primera vez desde hace veinte años. Y por cierto, yo conozco al dueño de esa clínica, cuando necesite…
-Gracias.
Una primera lágrima desciende por los demacrados surcos del rostro de la mujer; el agua corre uniforme por los escaparates de esa tienda.












viernes, 19 de febrero de 2010

NUMERO NUEVE: NUNCA FUI CREYENTE



ººº........lo prometido es deuda, desde la heroica Puebla de Zaragoza donde las armas nacionales se cubrieron de gloria; a Madrid, para Lena, al haber inspirado un componente de este instante

ººº pensando sobre esto, que porqueria de mundo.

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NUMERO NUEVE: NUNCA FUI CREYENTE


-Ave María purísima –Se escucha la voz decrépita de un sacerdote.
-Sin pecado concebida –Responde el alma errante en turno.
Lóbrega, fría y amplia, en la nave de la iglesia se escuchan débiles pasos, ecos y cuchicheos. La escasa iluminación permite que las sombras sean casi perpetuas. Pocas personas esperan la confesión, en la fila una mujer llora junto a Sadie, y ella le ofrece un pañuelo.
-Gracias –Acepta la mujer secándose las lágrimas.
-De que –Responde Sadie dándole otro.
-Con lo que traigo me acabaré sus pañuelos.
-No se preocupe, para eso son.
-Le agradezco, ya ve, es el peso de todo.
-Entiendo, debe ser algo grave. Tómelo como un desahogo, una preparación, o lo que sea que le ayude.
La mujer cubre su rostro ente las manos, se controla un poco y dice:
-Yo no estoy bautizada, nunca fui creyente. Nací en un hogar jodido, a los nueve años mi padrastro comenzó a prostituirme, a los catorce tuve a mi primer hijo y seguí prostituyéndome porque no supe de otra forma para sobrevivir. Cuando se es niña una quiere jugar con muñecas y no con penes, se quiere estar con otros niños y no en cuartos con malditos bastardos que te violan.
Sadie toma unos segundos antes de contestarle fijando su mirada en una pintura de la crucifixión.
-Diga lo que le diga, no le aliviaría todo ese dolor, yo no sé que hubiera hecho en su lugar. No sé cómo pueda ayudarla. Me impresiona lo que acaba de contarme.
-Está bien. No entiendo, en verdad no entiendo. Vine a que me expliquen porque pasan estas cosas. ¿Qué puedo esperar de la vida, de mí, o de la demás personas? ¿Por qué la gente es cómo es? ¿Cuál es el fin de todo?
Sadie alzó los hombros.
-No lo sé, también me lo he preguntado. Dicen aquí que por lo del libre albedrío, ¿no?
-Sí, eso del libre albedrío que nos permitió Dios; es tan fácil ser Dios…
-Así es… y tan complejo es ser esto que somos –Dijo Sadie necesitando tomar la mano de aquella mujer.

domingo, 14 de febrero de 2010

NUMERO OCHO: FELL VICTIM



aqui la octava entrega. "este mundo suele ser atroz, ademas de esplendido(...)" dijo Borges, y algunas de esas cosas esplendidas, y aparte gratis; es un beso-kiss-bissous---joder! a que si puta madre! como huevos no?!!! uno asi bien dado: con toda la intension y directo al area, en diagonal matona, donde las arañas tejen su nido, un beso premeditado, tibio, con fervor y desicion, con odio y deseo, con tiempo y sin el, uno bien correspondido, certero, atinado, calido, sedeño, tempestivo, uno que convierta "la eternidad en un instante"...otra vez Borges, simplemente uno con aquel organismo receptor de nuestro afecto, para el que poseemos la quimiotaxis adecuada y la perfecta union entre ligandos/receptores especificos de membrana y como enzima-sustrato, un beso rojo-azul-naranja y purpura, donde los angulos se conjuguen y la vida se sienta aun màs viva....aqui la octava entrega

ºººa usted...que ha alterado mi homeostasis....y no se si se encuentre leyendo estas lineas.

numero ocho: fell victim
number eight: fell victim
numero huit: cette occasion, je sais pas comment on dit "fall victim", excusez-moi, je suis tres desolè

PD. rogamos a las distiguidas personas, y que sin duda tienen buenas nociones bàsicas del ingles, nos corrigan en caso de encontrar algun error gramatical, sintactico, ortografico, morfologico, de transcripcion de proteinas, replicacion de nucleotidos, en este octavo instante, y os suplicamos nos envien la pronta correccion junto con su justifiacion, mil gracias. atte: la administracion
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NUMERO OCHO: FELL VICTIM

It was twilight; the night was starting to spread her mysterious winds. Sadie was hugging him tight, until feels his rhythmic breath.
-I think I’m a fell victim –Sadie said.
-A fell victim? And from whom? –He answered.
-From you darling, from your love… -Sadie immediately kissed him.
-…and I don’t want to revive from this death –She added after unstuck her red lips.

sábado, 13 de febrero de 2010

NUMERO SIETE: SADIE**

**





Estimados lectores de ES en esta ocacion deberia publicarse el instante numero siete, pero por que el trabajo es extenso y no cumple ciertas especificaciones, no podra ser presentado en esta ocasion. De pilon os dejamos la rola "sadie" de Alkaline Trio". Y esperen el instante numero 8 que ya viene.
Por su compresion, gracias
Hoy no fio, mañana si.
Si no esta a la vista lo que busca, pregunte.
PD. s'il vous plait, difundan los 13 aleatorios momentos... a los cuatro vientos.

martes, 9 de febrero de 2010

NUMERO SEIS: SATIN

ººº¿que haria usted si un buen (o mal) dia lo supiera todo. Que supiera la verdad sobre la verdad, lo irrevocable e inmutable de lo que rodea su existencia y la existencia de los demas seres con quienes comparte esta vida. ¿que haria si supiera la verdad absoluta sobre TODO, sobre dios, sobre la vida, sobre la muerte, sobre el hombre, sobre la existencia/inexistencia....la verdad de verdades, la verdad de mañana......

AQUI EL INSTANTE NUMERO 6
NUMBER SIX
NUMERO SIX
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NUMERO 6: SATIN
Atrás de la cortina de satín estaba el cuarto, y de él, emergía una extraña luminiscencia. Sadie no podía perder esa oportunidad, ella había sido elegida. Si entraba, sabría la verdad absoluta sobre todas las cosas en todas las existencias, conocería la causa de todo, poseería las consecuciones y explicaciones de todo lo que es y no es, y lo mejor; por primera vez enfrentaría su realidad sin dudas o temores. Y entró.
Al día siguiente despertó en casa. La luz del sol, saberse viva, cada cosa que pudiera percibir y concebir en ese instante era inabarcable. Se arregló para salir.
Viajaba en autobús, las personas escuchaban ensimismadas las noticias que transmitían por radio. Un hombre mayor iba al lado de ella, parecía que cada cosa que decían en el noticiero le afectaba; meneaba la cabeza o hacia un gesto, de pronto le dijo a Sadie:
-¿Sabe algo señorita? No pude ser que estemos viviendo esta situación. Las guerras, el poder, la contaminación, ¡tantas cosas!... se supone que esta es una época de avances, ¿no?. En 71 años he esperado que las cosas mejoren, pero parece que vamos para atrás. No sé, espero en Dios, el tiempo, o en lo que sea, pues que todo mejore, ¡imagínese!, ¿qué le dejaremos a las generaciones que vengan?
Sadie lo escuchó atenta, por su mente pasaban tantas y tantas cosas, sintió compasión de él y de si misma, no sabía si responderle la verdad; lo miró profundamente, como nunca antes a nadie había mirado…






domingo, 7 de febrero de 2010

NUMERO CINCO: LECHO DE MUERTE



ºººel instante numero cinco: LECHO DE MUERTE

NUMERO CINCO: LECHO DE MUERTE

"que la muerte pierda su maldita y fatal puntualidad ... -M.Bennedetti. Salud!




La percepción era inequívoca, fría, súbita, idea inconcebible y esperada a la vez. No importaba que hiciera Sadie: cocinara, viajara en autobús o cantara; muy a menudo, el pensamiento sobre su muerte la asaltaba. No parecía real, no le parecía que solo la muerte fuera el término de nacer o vivir. Ese pensamiento de saberse algún día en un lecho de muerte era terrible, mejor seguía cocinando, viajando en autobús o cantando; que algún día ya llegaría.

sábado, 6 de febrero de 2010

NUMERO CUATRO: MISERICORDIA

ºººcuarta entrega, el instante numero cuatro: MISERICORDIA.


NUMERO 4: MISERICORDIA
En medio de las sombras y el polvo, y ante una serie de esparcidas hojas que yacían a sus pies, Sadie maldijo todas las líneas escritas y los significados arbitrarios de las palabras, pero también entendió que todo aquello significaba ser ella y era igualmente una bendición. Arrodillándose, sin importar la penumbra y la escasa esperanza, se dispuso a ordenar los textos mientras pedía misericordia por la dualidad de sus sentimientos, al tiempo que también agradecía poseerlos.

viernes, 5 de febrero de 2010

NUMERO TRES: ARDER



aqui el instante numero tres, esta vez, proponemos algo mas extrinseco.

Y para ir abriendo apetito, la casa invita las siguientes lineas de Xavier Villaurrutia en "amor condusse noi ad una morte"





Amar es una angustia, una pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
es un querer saber todo lo tuyo
y a la vez un temor de al fin saberlo (...)

Pero amar es también cerrar los ojos,
dejar que el sueño invada nuestro cuerpo
como un río de olvido y de tinieblas,
y navegar sin rumbo, a la deriva:
porque amar es, al fin, una indolencia.

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NUMERO TRES: ARDER
NUMBER THREE: BURN
NUMERO TROIS: BRULER
Como en cualquier noche mágica de tibio sueñosismo, como cualquiera de las veces en que nos hemos enamorado; Sadie cursaba ese nítido sentimiento: la ilusión, la alegría, la catarsis…E imaginaba pasear con él, asiendo su mano, siendo estrechada entre sus brazos. Ardía al verlo a los ojos, al darle los buenos días, o al menor roce imprevisto de pieles. Deseaba que estuvieran juntos, que envejecieran así, imaginaba toda una vida con él y cada vicisitud. Ardía al desear los íntimos instantes, que la desvistiera, asediara sus caderas, y capitular el sitio entre sus piernas abiertas. Pero no, no será así, y nunca lo sería; porque Sadie sabe que él prefiere la simetría, que el encuentra en otro organismo parecido, lo que ella jamás sería. La noche entonces, se vuelve fría, abstracta; en exceso incomprensible.


lunes, 1 de febrero de 2010

DOS: EL VENENO (13 aleatorios intrinsecos/extrinsecos momentos sobre Sadie. 2/13)



ºyeah! aqui desde la base central de operaciones, hacemos la segunda entrega de este ciclo 13aleatorios momentos....el staff de ES espera que sea de vuestro agrado.

NUMERO DOS: EL VENENO
NUM. II: EL VENENO
NUMBER TWO: THE POISSON
NUMERO DOUX: LE POISON

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II. EL VENENO
En aquel indefinible segundo, con la mano yerta empuñando la pluma y enfrentando la hoja vacía, Sadie no sabía que ingería voluntariamente el veneno; y ese veneno, fue comenzar a sufrir las palabras. De a poco, de a lento, se iba intoxicando de los trazos dictados por su corazón, y tras haber ingresado a ese laberinto de incipientes líneas, supo que sería difícil regresar; acaso imposible.

domingo, 31 de enero de 2010

13 ALEATORIOS INTRINSECOS/EXTRISECOS MOMENTOS SOBRE SADIE: UNO



De esta manera, aqui, este dia, señores y señoras, hacemos el estreno de 13 ALEATORIOS INTRINSECOS/EXTRINSECOS MOMENTOS SOBRE SADIE, y en 13 breves entradas usted podra encontrar 13 pequeños platos que hemos preparado. De esta manera, usted podra gozar de cada uno cuantas veces quiera, se vale repetir, puesto que su extension es la adecuada para leerse antes de irse al trabajo, a cagar, a la iglesia, o a visitar a los abuelos. Cada uno de los trece bocadillos que presentaremos, fue trabajado de distinta forma y con diversos ingredientes, de modo que el comensal tenga la oportunidad de degustar diferentes sabores, colores, texturas, tonos, escalas y situaciones. Bien entonces, ignaguramos este ciclo con la primera entrada.
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UNO: TIEMPO PERDIDO.
I: TIEMPO PERDIDO.

Sin imaginar que contenía la gastada caja metálica, Sadie encontró adentro fotografías, cartas, reminiscencias, otoños, y otras menudencias de amigos que ella tuvo. Todo aquello parecía tiempo perdido, no pensaba en volver a encontrar aquellas cosas, y en el reverso de una lejana postal, escribió:

“¿Qué hacer con estas cartas? Guardadas en una ruinosa caja, poco a poco se tornan amarillas. En sus lisas superficies figuran instantes, promesas y premisas; palabras ya inertes. Releyéndolas, han perdido su significado entre la hojarasca y el olvido. En el inevitable curso de los años se agrietarán y volverán polvo, entonces; se perderán como ceniza en el cielo”

Cerró la caja, pero las fotografías, cartas, reminiscencias, otoños, y otras menudencias de amigos que ella tuvo; figuraron como la nostalgia de un instante imprevisto.

domingo, 17 de enero de 2010

PENUMBRA











ºEn cuantro secciones organicas, libres de radicales libres, acidos grasos trans y contaminantes ambientales que no dañan la capa de ozono, usted encontrara algunas percepciones lo mas nitidas posibles. Lo unico que tiene que hacer es leer en la secuencia I>II>III>IV de izquierda a derecha y de arriba para abajo. Mas claro que el agua.


º...cuanto descubrìa que una idea maduraba con tal intimidad que no fuese el simple reflejo de algo objetivo, sino que se diera en funcion de vida y preocupacion autenticas, entonces se iniciaba en el poeta la transfiguracion de lo que comunmente llamamos inspiracion poetica. >> prologo de Ali Chumacero para NOSTALGIA DE LA MUERTE, de nuestro genial Xavier Villaurrutia. Salud!

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PENUMBRA
I
Apenas la lluvia concedió tregua
Por las avenidas a las coladeras
drenan los resabios de esta ciudad,
mi ciudad, Puebla.

II
Aún en las avenidas,
Acumulándose en cada esquina
o entre la hojarasca de los rincones
yacen la soledad,
conjeturas
y desesperanza coagulando en las grietas,
las grietas de los pensamientos
-¿mis pensamientos?
-¿y yo su artífice?
...

III
Ignoro el veredicto final del tiempo
En esta penumbra solo vislumbro formas vagas
La nieve, el polvo
cubren posibles senderos,
imposibilitan la apertura de puertas
cuyo óxido restringe aún la verdad
De cualquier forma errar
es la dulzura-delirio de sentir
la fatalidad-tibieza de las palabras;
su voz, eco y ángulos
y conocer si algún día
ellas serán mías
o yo perteneceré a ellas.

IV
Tal vez no esté lejos la claridad,
sobre estos renglones torcidos
trato de pintarla con exangües líneas
al tiempo que la lluvia en la penumbra
hiere de silencio la llanura seca de mis labios.

lunes, 11 de enero de 2010

LO QUE EL MAR DEVUELVE

ºpequeña prosa. Provecho.
ºLe sugerimos que si usted ha tenido momentos recientes en la playa, se mantenga alejado de este texto, puesto que podria haber una reincidencia de sus signos y sintomas
He varado en esta playa con el salitre anquilosando mis articulaciones, mas con la memoria de velero para navegar allende el olvido. A través de las muchas estaciones y mareas, he encallado entre todo lo que devuelve el mar de ti. Y lo que el mar devuelve, no son solo trozos de galeotes y pedazos de coral descalcificado, lo que devuelve son nuestras noches enteras sin dormir, sin respirar, cuando naufragábamos en las superficies de nuestras pieles. El mar regresa los secretos de tu cuerpo hundido en el abismal tiempo, y sé que desde ahí, el limo, las sales y el olvido, han formado líquenes que a veces encuentro en estas playas del silencio. El mar devuelve menguada esperanza y la fatalidad del momento al separarnos en medio del tormentoso océano. Arriba la luna es pálido testigo de esta marea roja, y las estrellas tal vez, sean el inventario de las palabras que poco a poco perdimos en las aguas.
Nos regresa todo, besos robados, caricias al ocaso, e incipientes fragmentos de nuestro sueño: miradas nocturnas, infinitos ángulos de nuestros labios enhebrándose, o los laberintos de nuestras anatomías a la madrugada. Entonces así, la playa se cubre de una estela reminiscente, donde las formas asimétricas de la niebla parecen imitar tu estampa: ligera, suave, pura; soñando libre entre la oscuridad. Fuel el mar nuestro cómplice para amarnos, la marea donde hundirnos en cada uno, el crisol que amalgamaba la febrilidad del deseo, y finalmente; Caribdis para abandonarnos. Tu, en el extremo de un carmín horizonte atardecido; yo, en esta playa donde la espuma intenta decirme vaguedades de ti al tiempo que apenas golpea mi madera podrida. No pretendamos no saber, el mar devuelve pacientemente todo, suspiros, trozos de tu presencia que la arena cubre, la sombra de tus manos; mi delirio, mi nostalgia, a veces fragmentos de espejos donde miro incompletos reflejos de ciertas memorias. El mar devuelve todo, absolutamente todo, incluso, parte de tu osamenta monda roída por el inevitable relego del decurso de los años.

domingo, 3 de enero de 2010

LUZ SELENE




Incipientes lectores de Estatuario Soleado, a continuacion nuestra siguiente creaciòn, Luz Selene, una pequeña prosilla que esperemos sea de vuestro agrado; y si a alguien no, puede ir a checar mail.

antes de pasar con Luz Selene, la casa invita el siguiente aperitivo: CUANDO LA LUNA ES MELON por Ana Akhmatova e ir preparando esta lunatica/lunosa/lunaria/luneada entrada.
Cuando la luana es de melòn una tajada en la venta
y en redor es la calina cerrada la puerta y la casa encantada
por las azules ramas de glicinas y en la fuente de arcilla hay agua fria
y la nieve del paño y arde una bujia de cera
tal que en la niñez, mariposas zumban
la calmam que no oye mi palabra, retumba
entonces de lo negro de rincones rembradtianos algo se ovilla de pronto
y se esconde allo a mano, pero no me estremezco, ni me asusto siquiera...
la soledad en sus redes me hizo prisionera
el ganot negro el alama me mira, como ojos centenarios
y en el espejo mi doble es tal vez mi contrario.
Voy a dormir dulcemente, buenas noches, noche.


Applausses, s' il vouz plait...... y ahora: LUZ SELENE
ººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº



A veces en las noches, Luz Selene me desafía seductora a perseguirla entre los cerezos, pero por más que la busco, ella me aventaja siempre, oigo su risa de agua retándome a encontrarla, y que si lo hago, Luz Selene se dejará querer. Luz Selene sabe que la amo, que todo dejaría por ella, pero se encapricha juguetona entre nocturnos laberintos. Risueña, le gusta perderse entre callejones y glorietas, vanidosa se mira en los charcos y eternamente es silenciosa. De puntitas, es tanto su sigilo que ni a los gatos funámbulos en el cableado de las casas inmuta; Luz Selene me pide que la ame bajo tejados de refulgentes azulejos.
Le digo: “¡ven acá! y ella responde “¡aquí estoy!”, y aunque aguate la risa, escucho su respiración delatándola de entre las grietas más complicadas. Le prometo un beso si deja de ser tan fugitiva, pero ella me oferta mil si logro tenerla entre mis brazos. Y ahí caigo yo, preso del engaño, engañado por la claridad de su piel en la que quiero tener un espacio; porque cada vez que la prefiguro entre sueños, es el sueño quien me dice que ella es tan solo un imposible sueño, inasible como la bruma, y sobre espuma erigido.
Nunca puedo olvidar a Luz Selene, la encuentro en todas partes, en el marfil de las teclas del piano, en el vaho que se forma cuando miro por la ventana, o bien al pegarme a los labios la porcelana de una taza de café. Y ahí en el café siento la amargura de no poseerla, y no por el café, sino por ella, sé que no dormiré. Entonces en noches como estas, en las que el insomnio, la locura, pasión y hastío tienen de común denominador a Luz Selene, mi Luz Selene, empiezo a tejer la nostalgia utilizando de bastidor las palabras, desciendo las escaleras pidiendo encontrar su imagen en cualquier cosa, a través del tragaluz, en el brocal del pozo, sobre el espejo injertándome un beso en el cuello; quieta en la lluvia sonriéndome. Y Luz Selene no estará ahí ni en ninguna parte, desertora siempre de mí, tentándome a quererla desde alguna calle inexistente, a través de los cerezos o por las rutas de la noche. Y desde aquí, desde el alfeizar de mi ventana, aunque lejana, se que ella también me quiere en la profundidad del horizonte, y que yo también la quiero; a pesar de que cientos de universos nos separen en este instante.

viernes, 1 de enero de 2010

PRIMERA ENTRADA: ALGUNAS LINEAS DE JORGE LUIS BORGES


...ººalgunas palabras, de este señor, pa' iniciar bien el año. En dedicacion a todo aquel que sienta...
"El destino del escritor es extraño, salvo que todos los destinos lo son; el destino del escritor es cursar el com`n de las virtudes humanas, las agonìas, las luces, sentir intesamietne cada instante de su vida y, como querìa Wolser, ser no sòlo actor, sino espectador de su vida (...)
Las palabras, como Horacio no ignoraba, cambian de connotaciones emocional, de sentido; pero el escritor tiene que resignarse a este manejo, el escritor tiene que sentir, luego soñar, luego dejar que le lleguen las fàbulas; conviene que el escritor no intervenga demasiado en su obra, debe ser pasivo, debe ser hospitalario con lo que le llega y debe trabajar esa materia de los sueños, debe escribir y publicar, como decìa Alfonso Reyes, para no pasarse la vida corrigiendo borradores, y asì trabaja durante años y se siente solo, vive en una suerte de sueñosismo; pero si los astros son favorables (...) llega un momento en el cual descubre que no està solo. En ese momento que le ha llegado, que le llega ahora, descubre que està en el centro de un vasto cìrculo de amigos, conocidos y desconocidos, de gente que haleìdo su obra y que la ha enriquecido, y en ese momento èl siente que su vida ha sido justificada"