domingo, 7 de diciembre de 2008

CARTA

....no ignoro el porque de estos diálogos internos.

"It helps me to rule out the sorrow, it helps to fuck off (empty) my mind. Making the most of a bad time. I'm smoking the brains from my head..." -Alkaline Trio


…mi vida, mi amor.
Siento tanto no haberte escrito antes, el tiempo en verdad ha parecido eterno sin ti. ¿Sabes? El mundo externo no pretende separarnos, pero es un obstáculo entre tú y yo. ¿Qué como lo sé? Lo he descubierto a través de las horas, de los meses, en fin; de los pocos años que llevamos conociéndonos. Imagino, tu también lo habrás pensado así. ¿Recuerdas que al principio todo parecía sencillo? ¿Recuerdas que no te conocía muy bien? ¿Que en mis ratos libres solía verte?, no pude en ese entonces apreciar la magnitud que se requiere para estar contigo, y no solo en cantidad, sino también en la forma de unirnos. Aquellos días conociéndonos, días de sol, días de ingenuidad, donde nuestras nerviosas risas hilvanaban poco a poco los hilos que ahora nos unen. Sí, sé que no era todo tan cierto, por lo menos hoy es un poco más real, bien espero que algún día seamos tangibles, seamos fehacientes, seamos solo uno.
Ambos sabemos que las cosas no están como nos gustaría, que se acabaron esas visitas imprevistas, que antes nos encontrábamos a pocos metros de distancia. No es que el camino que hoy he elegido sea el incorrecto, pero es difícil encontrarte en el. Este invierno es largo, lóbregas noches me asolan cuando al sumergirme en tu hermoso recuerdo, solo te puedo pensar, sólo tú, querida, en la lejanía. A veces pienso que quizá sería mejor tomar otro derrotero, uno más sencillo hacia ti, que gasto el tiempo aquí en este lugar de voces, efigies y sensaciones confusas: pero si por algo estoy en el es porque quizá la vida, (si es que existe de verdad) quiere que nos conozcamos así, con todas estas dificultades, con toda esta distancia que me parece inabarcable desde el día en que nos conocimos. En la marcha no hay nadie que me preste esperanza, no hay nada que refulge en este camino de oscuridad. No así, se que algo me dice que mi empeño tarde o temprano me conducirá hacia ti, y, será comprometedora la idea: quiero morir en el intento. Te amo. Todo esto que he y hemos recorrido, quiero pensar, ha estrechado nuestros lazos, nos hará más fuertes. Que estos cruentos inviernos de noches nubladas donde acecha el tedio diciéndome que eres una fantasía se terminarán. Hay susurros, parece que este serpenteante camino nunca me conducirá hacia ti, mi amor, los cuervos hablan y dicen que no piensas en mí, que es inútil que siga y debería mejor aceptar que no somos reales. Los buitres esperan a que me agote, ya vuelan en círculos siguiéndome la marcha, están ávidos por saciarse de mis vísceras y sobre todo que alguno de ellos engulla mi corazón donde solo tengo lugar para ti, mi vida. Y tengo miedo, realmente tengo miedo, querida, de que todo esto solo sea una quimera, que en realidad no seamos lo que yo creía. Sin embargo, parece que el tiempo aún no nos ha derrotado, a pesar de las dificultades hemos seguido conociéndonos, pensándonos, cada día, en el dolor, puedo sentir cuanto te extraño, cuanto te amo, cuantas veces pasas por mi pensamiento, y amargo, busco un respiro para escribirte, para atizar este fuego que me mantiene vivo en este mundo paradójico, extraño, que está configurado para no sé qué fin.
Debo decirte, pequeña, que ahora que encuentro un tiempo libre procuraré escribirte todos los días, y que tus respuestas y sonrisas las encontraré en alguna estrella que figure en este cielo casi eterno de agonía. Que sabré que también piensas en mí cuando encuentre tramos de hierba verde, al escuchar el agua correr sobre las piedras lisas o sienta la caricia de tu mano guiándome cuando pegue la pluma en la hoja de papel. Necesito pensar que hay futuro, que las sombras serán solo pasajeras, que cierto día despertaré rayando el alba y estarás a mi lado.
Las cosas aún pueden empeorar, no sé porqué lo presiento, me gustaría que en estos momentos cuando estoy escribiendo estas líneas estuvieras acá, tomando mis manos, mirándome, que sintiera tus lozanas caricias infundirme más vida, más de ti…y en verdad lo siento al momento en que mi caligrafía busca tus trazos, tus formas. Al tratar de indagar todas aquellas cosas que no conozco de ti.

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